En su momento, en este mismo espacio comentamos que el Gobierno Federal le apostaba al tiempo y al olvido en la desaparición en 2014 de los 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, conocido como el Caso Ayotzinapa.
La inseguridad, la corrupción y la violencia son los tres principales problemas del país, en tanto que la crisis económica ocupó el 4° lugar, el narcotráfico el 7°, la pobreza el 8°, la educación el 9° y la salud bajó hasta el 11° sitio.
Uno.- Como muchas otras situaciones de la vida, la política y el gobierno son como una rueda de la fortuna: a veces se está arriba y en ocasiones toca estar abajo.
Esta semana ya están en clases presenciales alumnos de todos los niveles escolares, luego de haber pasado dos años fuera de las aulas y de haber padecido todas las consecuencias de la pandemia de Covid-19. Esa es, sin duda, una buena noticia.
Ahora resulta que el caos y el temor que se ha vivido desde hace por lo menos una semana en Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Chihuahua y Baja California es obra de quienes “manipulan” y “exageran” las cosas con tal de hacer quedar mal al gobierno del Presidente López Obrador.
Hubiera preferido referirme a las películas del cine mexicano, o al gran comediante que fue Cantinflas, pero no es así; el título de este texto hace alusión al camino abreviado que ha escogido el Presidente López Obrador para llevar a cabo -sí o sí- sus obras y planes porque siente que el tiempo se le acaba.
Aquí en Baja California, la salud sigue siendo un ejemplo de corrupción, de pretender que no pasa nada y de cómo no hacer las cosas; como si la vida de los gobernados no estuviera en riesgo y el respeto a las leyes tampoco fuera una obligación para los que gobiernan.
Ni por asomo pensé algún día comentar acerca de las corcholatas, y menos para decir que se trata de sendos aspirantes a la presidencia del país por el partido gobernante que andan desatados, contraviniendo la Ley, en campaña prematura, pero con la “bendición” y la aprobación del mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Gobierno y Municipios del Estado de Baja California (Issstecali), es un claro ejemplo de cómo la mala administración y el saqueo constante e impune de gobernantes y funcionarios, puede hundir a una institución en una grave crisis económica y de servicios habiendo sido antes modelo en servicio y atención.
Mis padres con mis hermanos y hermanas llegaron a Tijuana hace 70 años... y ya no se fueron. Mi padre, militar, fue destacado en El Ciprés, y mi madre con su prole se quedó en esta ciudad de la que, como familia, ya no se movieron.