El equipo Antisecuestros de Baja California fue considerado el mejor del país por mucho tiempo. Presentó resultados importantes y era el grupo élite del gobierno estatal, puesto que además de controlar la alta incidencia de secuestros que se tuvo en los peores años de violencia -sobre todo en Tijuana-, atendió también incidentes ajenos a sus facultades.
Daniel de la Rosa Anaya, procurador general de Justicia del Estado de Baja California Sur, refiere que son tres las estructuras criminales que delinquen en esta entidad: en mayor medida, Los Menores del Cártel de Sinaloa, como se conoce a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, preso en los Estados Unidos.
Del 100 por ciento de las personas privadas de su libertad, los 222 mil 18, el 42.9 por ciento, no está sentenciado, continúa siendo procesado, pero su juicio lo siguen tras las rejas.
En Baja California ya existe un grupo de Policía Metropolitana, pero es corrupta y opera fuera de la Ley. Hasta donde saben los integrantes de la Mesa de Coordinación para la Paz y Seguridad de Baja California, es coordinada por Carlos Omar Barba Preciado, un delincuente ligado originalmente al Cártel Arellano Félix (CAF).
Balaceras, homicidios, extorsiones, secuestros y amenazas de muerte, son los principales motivos que llevan al desplazamiento a más de 3 mil familias de su lugar de origen en Michoacán, hacia Tijuana y Ciudad Juárez, para solicitar asilo humanitario en Estados Unidos.
“Lo mataron por afiliarse al Cártel Jalisco”, expuso un investigador integrado a la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad de Baja California respecto al homicidio de Filiberto Parra Ramos “La Perra”, ocurrido la tarde del 30 de abril en Tijuana. “Hay indicios sólidos de que se contactó con operadores de ese cártel en el Estado de Jalisco”, complementó.
La presente semana, autoridades recibieron el reporte que hombres armados se llevaron por la fuerza a la ex cuñada de René Arzate “La Rana”, cabecilla de célula en la organización criminal. Además, un empresario de la construcción y un doctor fueron secuestrados, el primero en Rosarito, el segundo en Tijuana. Ambos fueron rescatados y los responsables resultaron ser operadores criminales de Sinaloa