Un gobierno como el de Baja California, que desde 2014 fue exhibido internacionalmente como uno de los principales espías a nivel nacional de activistas, periodistas, rivales políticos y demás, debería tener mayor interés en transparentar sus actividades de intromisión en la vida privada de las personas y limitar tales actividades cuando esté justificado legalmente en temas de seguridad pública y procuración de justicia.
A partir del lunes 14 de abril, Daniel de la Rosa Anaya está de regreso en Baja California. Secretario de Seguridad por nueve años -en los dos últimos gobiernos del PAN en el Estado, los seis de José Guadalupe Osuna Millán y tres del señalado de corrupción, Francisco Vega de Lamadrid-, en Baja California Sur también hizo lo propio.
A Armando Ayala Robles le gusta ser protegido. Lo fue de Jaime Bonilla Valdez cuando no pensaba entrar en política y el tijuanense le enseñó todo lo que sabe de radiodifusión y radiodifusoras, y pasó de gerente a convertirse en competidor del ex gobernador como dueño de empresas de radio.
La regidora Janise Izabal, coordinadora de la Comisión de Turismo del Ayuntamiento de Ensenada, fue menospreciada cuando intentó ingresar a la XXV edición del Festival de las Conchas y el Vino Nuevo en el Hotel Coral y Marina. Acudió el sábado en representación de la alcaldesa Claudia Agatón Muñiz.
El joven recibió un disparo en la cabeza mientras circulaba a bordo de una bicicleta; aunque al lugar acudieron los servicios de emergencia fue declarado sin vida
No a la imposición en la dirección del IMSS, quien ya demostró en el sexenio anterior no acercarse ni medianamente para lo cual fue creado el organismo público autónomo, que constitucionalmente tiene como fin garantizar la salud a los derechohabientes y sus familias