En el podcast hablamos sobre el reclamo de Arellano Félix de sus propiedades en Jalisco; de los homicidios contra menores de edad y la reciente gira del presidente Andrés Manuel López Obrador por Tijuana.
Sostuvieron un trabajo conjunto que los llevó a conocer a sus familias, pero al momento de conocer sobre la detención de García Luna, Larry Holifield sintió pena.
Desde la pasada administración de Walter Valenzuela en Comondú, sus habitantes enfrentaron el aumento de inseguridad, robos a casa habitación, a negocio, violencia doméstica y venta de droga.
“Yo soy bataca del CAF, mi jale es cuidar al tirador de ahí del 7 de Copas, ‘El Güero’ me dijo que trabajamos para ‘El Cabo 20’, pero que andaban bien tensos todos, porque ‘El 20’ está manejando dos líneas: la del CAF y Sinaloa”, dijo al ser detenido Armado Israel Flores Cisneros, el 6 de diciembre de 2021.
Hasta las 7:00 pm el cuerpo del criminal fue trasladado al Servicio Forense de Tijuana, escoltado por elementos de seguridad de los tres ordenes del gobierno.
“El Moreno”, tenía en su contra una orden de aprehensión pendiente por el homicidio y secuestro de Ernesto Zataraín Cisneros “El Netillo”, cometidos el 3 de marzo de 2017.
Cecilia Flores Armenta, líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, suplicó al capo sinaloense Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe”, y a los jefes del grupo delictivo de Los Salazar, que le permitan regresar a dicha entidad, para continuar la búsqueda de sus dos hijos -desaparecidos en 2015 y 2019, respectivamente-, así como de las miles de víctimas enterradas en fosas clandestinas.
Cuauhtémoc Blanco Bravo, gobernador de Morelos, se habría reunido con tres líderes de grupos criminales que operan en la entidad -entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y los Guerreros Unidos-, según lo reveló, este martes 4 de enero, el diario El Sol de México.
Sin órdenes de aprehensión en su contra, con dinero y sicarios bajos sus órdenes con pleno control de un gran número de policías y de la actividad criminal en gran parte del territorio rural de Mexicali, a Felipe Eduardo Barajas Lozano sólo había una forma de detenerlo: en un operativo fortuito.