El acoso y hostigamiento sexual fueron definidos mediante una reforma al Código Penal del Estado impulsada por la diputada Michel Sánchez Allende, la cual vuelve punibles y se agrava la pena en contra de los agresores. La iniciativa fue aprobada por unanimidad
Durante cinco meses, Ivette soportó conductas verbales libidinosas, sexualizadas y la exhibición de escenas con contenido erótico de parte de su “jefe” Carlos, en un despacho de facturación de Tijuana, hasta que decidió denunciarlo.