Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
Los dos años y medio que Morena tiene en el poder en Baja California han sido un vendaval para el Sistema Estatal Anticorrupción (SEA). Irónicamente, el gobierno que ascendió mediante un discurso combativo hacia las conductas ilícitas y favoritismos desde el ejercicio público
Bastó que un grupo de jóvenes -muchas de ellas estudiantes de diversas carreras universitarias- realizaran una protesta, para exhibir las deficiencias de la Fiscalía General del Estado (FGE). Las feministas no son el problema, sino la inoperancia gubernamental
Tras el reclamo realizado por representantes de colectivos de búsqueda el pasado domingo primero de mayo, durante el desfile del Día del Trabajo, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, sostuvo una reunión de trabajo y posteriormente participó activamente en una búsqueda.
Comentó que fue intervenida por sujetos desconocidos que la golpearon, la amarraron y posteriormente le mostraron imágenes de sus hijos afirmando que uno de ellos tenía un valor de un millón de pesos y que volverían por él.
En las últimas semanas se han colocado mantas amenazantes en diversas zonas de Mexicali, algunas atribuidas al grupo de “Los Rusos” y otras al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La última fue descubierta justo en el residencial de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
El ex mandatario estatal busca “revivir” en la actividad política por medio de entrevistas “a modo”, criticando y reclamando como sí su papel al frente del gobierno de Baja California lo convirtiera en un líder moral de la izquierda en la entidad, cuando ni es de izquierda ni definió bases para un gobierno digno de recordar en términos positivos
Melissa, una joven cuyo nombre real se evita por cuestión de seguridad, reside en la Zona Oriente de Mexicali, considerada el foco rojo más alto en torno a la violencia familiar, y donde las unidades de la Fuerza Rosa de la Policía Municipal focalizan su atención