A Pancho, ciudadano, periodista y abogado honesto; amigo siempre.
Uno.- “Empolvado, en el olvido”, así se encuentra el expediente de la averiguación original 132/04/201 abierta en la entonces Procuraduría de Justicia de BC, en la que supuestamente se investiga la ejecución de Francisco Javier Ortiz Franco, reportero fundador y editor de ZETA ocurrida el 22 de junio de 2004.
El titular de la PGJBC al iniciar la investigación era Antonio Martínez Luna, quien conocía bien a Francisco; fueron compañeros en la escuela de Derecho de la UABC Zona Costa; luego fue la PGR que atrajo el caso mediante la Fiscalía Especializada en Delitos contra Periodistas, sin resultado concreto alguno; más tarde se regresó el caso a la Fiscalía local, un va y viene que por fin la estancó.
Y así han transcurrido 20 años.
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A pesar de que salieron a relucir nombres de sospechosos, de la casi certeza de la autoría intelectual y material del homicidio de Pancho no hay nadie sentenciado como responsable penal de su muerte; detenidos sí algunos, pero acusados de delitos distintitos; muertos otros, libres unos más. El tiempo sigue acumulándose sin que se haga justicia.
Mañana sábado 22 de junio se cumplen 20 años de la muerte de Francisco J. Ortiz Franco (así firmaba sus notas). Gobiernos estatales y federales han pasado y sigue la impunidad, continúan apostándole al paso del tiempo, al olvido, como en tantos otros casos.
Doz.- A Francisco lo conocí allá por 1976, asistimos juntos a la preparatoria nocturna Instituto Metropolitano ubicado en la colonia Cacho de esta ciudad; ahí fue “el Señor Ortíz”. Luego, con la orientación y el ejemplo de un maestro y amigo estudiamos Derecho en la UABC. Al egresar atendimos un despacho en cuatro distintas ubicaciones; antes, a finales de 1979 me invitó a unirme al proyecto de lo que sería ZETA.
¡Qué no he comentado aquí de Pancho en estos 20 años!
Practicante temporal y aficionado de siempre al boxeo, de buen diente, de respuestas sorprendentes para ciertas circunstancias; serio que sabía reír con un sonido grave, pero alegre, prudente, reservado, enojón, respetuoso; pulcro en la redacción y en el vestir, periodista investigador, buen padre y esposo; lector consumado, de una sola pieza. Eso y más era Francisco J. Ortiz Franco, “Pancho” para sus amigos.
Trez.- Son ya 20 años de esperar algo que no llega: La justicia.
Precisamente por ello, como cada año desde 2004 volvemos a exigir: ¡Justicia para Pancho! ¡Castigo para los responsables de su muerte! Aunque sabemos que no podemos abrigar muchas esperanzas al respecto; la realidad así lo demuestra.
20 años de impunidad total, de desinterés, negligencia, complicidad y corrupción donde, supuestamente, se debe procurar y administrar justicia para los gobernados.
P.D.- Alguna ocasión, hace muchos años, un grupo de amigos le hicimos creer a una mesera de modesto restaurante, que Pancho (de cabello ensortijado y barba de candado) era el comediante Flavio, el de la libreta… Le pidió su autógrafo.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com
