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jueves, febrero 15, 2024
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Gibrán Ramírez

Gibrán Ramírez visita Tijuana, y en su parte final de la pelea por la presidencia de Morena, dejo varias dudas, sin que aún tenga una respuesta convincente de su alianza a última hora con el actual dirigente formal, Mario Delgado.

Me refiero a que de los cinco compromisos que se formalizaron y que rápidamente olvidó Delgado, después de haber ganado la presidencia del partido en el poder.


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Pese a una renovación de cuadros… en las paredes, parece que la capacitación ideológica está enterrada, no hay espacios para organizar brigadas de capacitación, de tocar las puertas y organizar a las bases sociales de los pueblos dentro o fuera de campaña.

¿Porque le dio sus canicas a Delgado?  Si sabía que había cometido un pecado de gastar una millonada inexplicable en el proselitismo por la silla de Morena. Había un candidato asquerosamente lleno de dinero que no sabemos de dónde viene, quién lo patrocina y los nombres y apellidos de los padrinos de Mario.

El argumento en que se escudan es más político que convincente: “Es de que habían tocado la puerta de la candidatura del veterano Porfirio Muñoz Ledo y estos su respuesta fue que la no tenía ningún peso político para ser aliado de su larga y pesada trayectoria”. Misma que expone en 930 páginas Historia Oral 1933-1988, de Penguin Random House.


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Porfirio era el menos peor de las opciones para dirigir una organización política de vanguardia. Sí, Porfirio es una experiencia importante en la política; tiene una edad avanzada, y un problema de movilidad, energía y salud es otra cosa. Pero no gastó en espectaculares por todo el país con los cientos de millones, que implicaría más que sus recursos propios.

De aquí al 2024, desde la operación política electoral de alcaldes, gobernadores, diputados locales se pavimentará el camino para los candidatos del Congreso Federal, que es el fiel de la caja de velocidades en la administración pública nacional, y el factor determinante para negociar lo menos posible con la ultra derecha las metas centrales de un ajuste de justicia social que disminuya la desigualdad socioeconómica y cultural.

No se pueden equivocar y ponerle de ninguna manera una zancadilla fatal a las metas de AMLO, porque con una traición o compra de conciencias en el congreso se les voltea la tortilla y el final sería infeliz para el inquilino de palacio nacional y las expectativas de verdadero cambio social de la 4T.

Gibrán Ramírez sabe del impacto, especialmente en los jóvenes de su capital electoral en la TV privada. En Televisa genera el segmento nocturno de horario triple “A la hora de Opinar” con el conductor Leo Zuckermann y la televisión pública de alcance nacional, Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional, que proyecta los lunes una hora del contenido “De Buena Fe”, donde aparece como conductor-entrevistador Gibrán.

El joven oaxaqueño no tiene un pelo de tonto, sabía claramente que su declinación a un candidato marioneta como Delgado, que no sabe rendir cuentas, y dando juego a los panistas como Marina del Pilar y su banda de “ángeles azules” … que su apoyo a esta línea favorece estratégicamente a un tramposo que está comprometido, no con la base, sino con quienes le pagaron esa multimillonaria propaganda de corte priista a Mario Delgado y lo que él representa compromisos con la derecha panista. Queriendo desarticular la oposición, le apuestan un árbol viejo, enfermo y podrido de corrupción con el salinismo de fondo negro.

Hasta ahora, no hemos escuchado a Porfirio en ninguna entrevista o reportaje de investigación periodística las razones o argumentos asertivos, válidos, claros y de fondo para la construcción de un muro de cerrazón que rechazó a una generación de jóvenes.

Más allá de la aparente o real vanidad y el protagonismo llevado a sus últimas y fatales consecuencias, de un dinosaurio de la política nacional como Porfirio, hacía de un joven político con potencial, con un discurso crítico al establishment de la maquinaria electoral de Morena y sus managers de piso.

Maquinaria que es indudablemente delegada por la Presidencia en esta etapa, por el poderoso secretario de Relaciones Exteriores, uno de los delfines predilectos de la sucesión del 2024. Junto con Claudia Sheinbaum Pardo, quienes se perfilan para competir por la sucesión y acomodan sus piezas.

¿Con quién apuesta su capital político Gibrán al ser el abanderado más visible de la juventud activista de Morena?

 

M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.

Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com

Autor(a)

Héctor Ramón González Cuéllar
Héctor Ramón González Cuéllar
Héctor Ortiz Ramírez Héctor Ortiz Ramírez Hector O 37 cygnus9304@hotmail.com
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