A quienes nacimos en Baja California o residen aquí desde hace mucho tiempo, nos duele -y harto- ver las condiciones desastrosas en las que han dejado esta entidad diversas administraciones estatales y municipales que han desfilado por el poder; destaca entre todas ellas la actual, por lo corto de su gestión, el rosario de pifias, errores y abusos acumulados.
Estos son los ingredientes para preparar un “sabroso” y problemático caldo o sopa (según se prefiera), con ingredientes de origen nacional y otros traídos del resto de nuestro continente -también de más allá- y que dan como resultado una posible crisis humanitaria cuya solución va para largo.
Uno.- Salta a la vista. En el Gobierno Federal y en algunos estatales encabezados por Morena, basta con que el Presidente López Obrador comente, reniegue, critique, sugiera o diga algo sobre algún asunto de su muy particular interés, para que más rápido que ya, se haga lo que él quiere. Lo obedecen sin chistar, a veces sin apegarse al marco legal.
Para iniciar la semana, el Presidente López Obrador arremetió de nuevo contra la clase media. La llamó egoísta, clasista, racista y ladina; antes, tras las elecciones intermedias de junio, la había calificado como aspiracionista, individualista, materialista, manipulable, partidaria de la corrupción.
Uno. - Dos situaciones relativamente recientes, pero harto importantes, evidencian que algunas de las ideas y acciones impulsadas por el Presidente López Obrador no son siempre tan legales. Resultan innecesarias, pero le son útiles para -aquí el refrán de la nonagenaria abuela- “medirle el agua a los camotes”.
Al magisterio le han dado tantos palos en los últimos años, que ya no siente lo duro, sino lo tupido; bien pudiera decirse que con tantos golpes, los maestros no reaccionan: están aturdidos, abandonados a su suerte por sus dirigentes sindicales; siguen perdidos, desorientados. Les han violentado sus derechos laborales y están en peligro de perder más.
El sábado anterior -aun con pandemia–se realizó un concierto masivo en plena Zona del Río Tijuana, para celebrar el 132 aniversario de la virtual fundación de Tijuana; y como siempre, va mi aportación para reconocer y respetar a esta mi ciudad natal, que a lo largo de estos años ha atraído a decenas de miles de migrantes provenientes de muchos estados, para convertirse en una de las ciudades más importantes del país.
De nueva cuenta el Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, muestra falta de empatía y de reconocimiento al trabajo realizado por un importante gremio durante la pandemia de COVID-19 que -contra la falsa sensación de seguridad que se pretende dar- aún nos afecta.