De Trez en Trez
Uno.- Sin duda, la Capital del Estado de Yucatán se distingue como gran centro cultural, social, educativo y financiero, además de ser catalogada como una de las ciudades con mejor calidad de vida en el país y una de las más seguras en el continente; cercana a sitios históricos, zonas arqueológicas, playas y cenotes, es también atractiva para el turismo internacional.
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Su patrimonio cultural resulta de la mezcla de la maya, española y africana, también influenciada por las culturas francesa y libanesa con algunos rasgos de la neerlandesa, coreana e italiana. En Mérida se vive bien, se come muy bien, hay seguridad y por lo tanto tranquilidad para disfrutar de ella y sus puntos cercanos. Ni hablar de sus habitantes y prestadores de servicios.
También tiene sus “asegunes”. Ya no es tanto la “ciudad blanca”, empieza a verse mucho tráfico vehicular en ciertas zonas, su centro antiguo no está muy limpio, sus calles con baches; cuestión de que sus gobiernos estatal y municipal no la descuiden. En contraste, tiene el Paseo Montejo, el Corredor Gastronómico de la calle 47, otras zonas bien urbanizadas y toda la actividad que se desarrolla en sus parques, plazas, restaurantes y lugares culturales.
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Doz.- Llamó mi atención el nuevo sistema de transporte urbano llamado “Va y Ven”, un sistema de transporte colectivo de Mérida que cuenta con diversas rutas alrededor del Anillo Periférico conectando a más de 120 colonias a través de 64 paradas.
Sus unidades con capacidad para 79 pasajeros (37 sentados, 41 de pie y una silla de ruedas), tiene señalización en sistema Braille, dos asientos para personas de talla baja y un rack para dos bicicletas en el frente del autobús. Sus conductores son mujeres y hombres de la localidad; Va y Ven cuenta con una aplicación móvil donde se pueden visualizar todas las rutas de transporte de Mérida.
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Además de equipo de pago electrónico, para pago con tarjetas inteligentes y NFC, tiene asientos especiales para personas con discapacidad, mujeres y adultos mayores, así como diversas pantallas para información al usuario o información comercial, además de aire acondicionado.
A bordo hay red de internet vía WiFi para usuarios, puertos para cargadores USB para pasajeros y existe un sistema cerrado de videovigilancia: sus unidades son de las marcas Volvo, Mercedes-Benz, Yutong, Scania, Beccar Urviabus, Nissan Urvan y Toyota Hiace, los hay de diésel e híbridos.
Trez.- Y la comparación es casi obligada con el transporte público de Tijuana, que se distingue por ser un soberano desorden, ni hablar de sus unidades y sus conductores; y si se le suma el desbordado tráfico vehicular y la falta de autoridad para hacer respetar el reglamento respectivo nos dejan lejos, muy lejos del sistema comentado aquí, a pesar de la importancia que tiene Tijuana como ciudad, con más de dos millones y medio de habitantes el transporte público está para llorar.
Ni siquiera la “aspirina” de la ruta 13 “Corredor Agua Caliente” (tan cacareado por el gobierno estatal) ha contribuido a la solución del problema; si acaso se retiraron más de 500 taxis rojo y negro para dar paso a autobuses que, con la leyenda “Con el corazón por delante”, no satisfacen las necesidades de los usuarios, ni en costo, tiempo, distancia y cobertura. Por lo demás, el “pulpo” del transporte público de Tijuana sigue siendo caro, ineficiente y peligroso.
P.D.- De la comparación en materia de seguridad pública, mejor ahí la dejamos. Andamos muy lejos, a pesar de la propaganda oficial del “aquí no pasa nada”.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com
