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jueves, octubre 3, 2024
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3 Poderes, 3

De Trez en Trez

Uno.- Es elemental. Desde la escuela primaria se aprende que la forma de gobierno de nuestro país es una República representativa, democrática, laica y federal; además establece la Constitución Política en su artículo 49: El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo.  

Así, se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un solo individuo, que se denominará “Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”. El Legislativo en las Cámaras de diputados y senadores. Y el ejercicio del Poder Judicial de la Federación en una Suprema Corte de Justicia, en un Tribunal Electoral, en Plenos Regionales, en Tribunales Colegiados de Circuito, en Tribunales Colegiados de Apelación y en Juzgados de Distrito.  

Va de nuevo lo que ya se ha escrito en este espacio: La división de Poderes es el principio por el cual se organizan los Estados modernos; según él, las funciones legislativa, ejecutiva y judicial se ejercen a través de órganos distintos e independientes entre sí. Existe precisamente para que haya un balance en el poder, que no se ejerza en forma arbitraria.  

Cuando realmente existe la división de Poderes, estos se limitan y moderan entre sí: hay un sistema de contrapesos, de tal forma que ninguno esté por encima de otro; la división permite que los diferentes Poderes se limiten y moderen recíprocamente, de modo que entre ellos haya equilibrio y ninguno pueda prevalecer sobre el resto. Dicho en términos cortos, la división de Poderes evita los abusos de autoridad.

Doz.- No obstante lo anterior, pareciera que a algunos “les pasó de noche” esta enseñanza, o están mal asesorados, o de plano -lo que es peor- le hacen “al Tío Lolo” porque así conviene a su proyecto de gobierno y a sus muy particulares intereses (aunque le llamen “ideología”).

En cuanto al poder Ejecutivo Federal, desde su llegada AMLO se apropió de él: nadie más que él y solo él lleva la voz cantante; ni siquiera los miembros de su gabinete se atreven a decir algo, salvo cuando se les invita a sus matinales conferencias. Sólo sus chicharrones truenan.

Ha hecho del Ejecutivo “El Poder de los Poderes” desde el cual intenta someter a los otros dos. Utiliza a la mayoría que tiene en diputados y senadores (legislativo federal) y los ha rebajado al triste, pero redituable papel de apoyadores, aplaudidores, sumisos; incapaces de contradecirlo.

Tanto así, que en vivo, a todo color y en cadena nacional les da instrucciones de cómo se deben votar sus iniciativas y hasta les pide/ordena “no le cambien ni una coma”. ¡Ay de aquél que se atreva a intentar siquiera llevarle la contraria a sus indicaciones!

Ni siquiera en los tiempos del PRI y su “aplanadora legislativa” hubo tanto descaro ni tanta sumisión; entonces se guardaban un poco más las formas para cumplirle al “primer priista del país”, como llamaban los tricolores (y algunos medios lambiscones) al presidente en turno. 

Triste papel pues, el de los legisladores que hacen lo que se les ordena. Y todavía se hacen llamar “representantes populares”. Amansados, dóciles, vasallos, serviles.  

Trez.- El Poder Judicial de la Federación es el que le ha corregido la plana a AMLO cuando va en contra de la Constitución y por ello ha intentado reelegir primero al Ministro Zaldívar Lelo de Larrea y luego “colonizar” la SCJN con ministras incondicionales. Ahí están sus posturas y votaciones, así como la ignorancia que exhiben.

Cierto, aquí hemos dicho que un poco de moderación en las percepciones y prestaciones de los Ministros de la SCJN no caerían nada mal, pero sin afectar los derechos de los trabajadores del PJF como lo está haciendo AMLO y sus serviles. Por otro lado, es justo decir que los Ministros no establecen sus sueldos. Se determinan por las leyes que aprueba el Poder Legislativo Federal.

Curioso… en tiempos del Ministro Zaldívar Lelo de Larrea, AMLO no había dicho ni “pío” al respecto; intentó que se reeligiera, lo llenó de alabanzas y luego “tragó camote” cuando desde la SCJN le dijeron que no.  

Ahora hace la misma operación que con el INE y los órganos autónomos: picar y moler hasta intentar su desaparición. Se avecina una batalla que puede ser crucial. Cuidado.

  

 Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.

Correo: profeohe@hotmail.com

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Óscar Hernández
Óscar Hernández
Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernandez 17 oscar@boltmedia.com.mx
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