Tras 15 años de laborar como profesor y coordinador académico en el Instituto México, Alberto Solorio Durán fungirá como director de la preparatoria para el periodo 2013-2014. El docente ha dirigido otras instituciones educativas como la Universidad Iberoamericana en Tijuana. Enfocado en el área de las Humanidades, el recién nombrado director cuenta con estudios en Filosofía, Teología, Derecho y Pedagogía en universidades de Tijuana, Italia, Israel y Alemania. Ahora, supervisará el aprendizaje de 480 preparatorianos que conforman la matrícula del colegio católico. Para el director, las principales diferencias entre los alumnos de hoy y aquellos a quienes enseñó Filosofía y Derecho, en 1998, es la brecha digital. “El reto para nosotros, es buscar estrategias de enseñanza y aprendizaje donde se utilicen estos métodos digitales porque ya no podemos pensar en las clases tradicionales, con un pizarrón, un gis y una regla se explicaban los temas”. La institución marista está a dos años de cumplir 50 años en esta ciudad fronteriza. Tras la ola de inseguridad vivida a finales de la década anterior, varios colegios sufrieron una drástica disminución de alumnos, muchas familias, amenazadas por el crimen organizado, mudaron sus hogares a Estados Unidos. Pero ante los casi 500 alumnos que reúne tan solo el bachillerato, el director afirma que en el Instituto México “no ha habido una disminución significativa”, la variación de alumnos inscritos entre cada ciclo escolar, llega a los dos estudiantes como máximo. Entre las acciones a corto y mediano plazo, el docente estará encargado de supervisar la construcción de un nuevo edificio en la escuela. Ahí se abrirán nuevas aulas para la sección de preparatoria, así como salones multiusos para desarrollar actividades artísticas y espacios para las oficinas académico-administrativas. Sobre las actividades escolares, además de la renovación del laboratorio de cómputo, Solorio Durán mencionó como principales fortalezas de la institución, la especialización profesional a alumnos durante su último año de preparatoria y los programas de servicio social. En quinto semestre, los alumnos pueden elegir entre las áreas económico-administrativas, humanidades, ciencias biológicas e ingeniería. La mayor parte de los estudiantes, eligen una de estas dos últimas. Por otra parte, el objetivo del programa de servicio social es que los alumnos “no lo vean solamente como un requerimiento burocrático, pero que propicie la reflexión del entorno en el cual viven, que tengan contacto con la realidad social porque no todo es juventud y un mundo bonito”. De esta forma, los adolescentes participan en labores de apoyo y visitas a casas hogares, asilos de ancianos y centros de atención a población flotante. Así, el licenciado Solorio Durán dijo sentirse “comprometido y responsable” con su nombramiento como máxima autoridad en el bachillerato marista.
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