Por obras emergentes sólo se construirá una terraza, muros de contención y una escalinata, dejando de lado el proyecto original presupuestado en 33 millones de pesos. Titular de Secture se compromete a terminarlo antes de que concluya administración estatal y busca recursos adicionales
La obra del parque de playa en Tijuana que se concluiría el 30 de diciembre de 2018, no sólo está rezagada, sino que terminarla conforme al proyecto ejecutivo representará gastar al menos 9 millones de pesos más. En vez de costar 33 millones como lo había manifestado en febrero pasado el secretario de turismo, Óscar Escobedo Carignan, la inversión ascenderá a 42 millones de pesos.
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En palabras del funcionario el parque se terminará antes de que concluya la gestión del gobernador Francisco Vega de Lamadrid; sin embargo, el panorama es incierto ya que existe “inquietud” de cómo llegarán los recursos federales con la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Agregó que el miércoles 5 de diciembre se reuniría con el subsecretario Santiago Levy, para saber la continuidad que se le dará a los proyectos, previamente presentados ante la Secretaría de Turismo federal. Afirmó que “con el recurso que se tiene hoy en día se alcanza a poner la plancha (terraza), que es la parte más importante”, trabajo que concluirá en marzo próximo.
El resto: un restaurante, cuatro locales, caseta salvavidas, asoleadero, módulo de información, áreas verdes, módulo de baños y una cancha de voleibol playero considerados para ese predio, propiedad de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT). Junto con las obras de remoción en el Parque México “dependen del éxito que tengamos en la reunión del 5”.
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En otro momento de la entrevista concedida a ZETA, Escobedo Carignan fue más optimista al señalar que el proyecto se sacará “a como dé lugar”. Eso “quiere decir que si tengo que ir con mis excompañeros Rotarios y decirles apóyenme con el parque; quiere decir que si tengo que ir con mis compañeros del CDT así se hará”.
Elevan costos mala planeación y falta de coordinación
El parque de playa se ubicará en un predio, con una superficie de mil 870 metros cuadrados, localizado sobre avenida del Pacífico, entre las calles Parque México Norte y Parque México Sur, en la delegación Playas de Tijuana.
Según un comunicado de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE), dependencia encargada de licitar y supervisar la obra, al 20 de noviembre se habían invertido 22.3 millones de pesos.
Cantidad inferior a la reportada por la propia dependencia de 22 millones 804 mil 442 pesos, derivado de los trabajos de la primera y segunda etapa, cuyas empresas contratistas fueron Luvier Ingeniería, S de RL de CV a la que le asignaron 7,804,399 millones de pesos, e Ingeniería Especializada en Obra Civil, S.A. de C.V. con asignación de 14 millones 998,043 pesos. Sin contar la inversión de 771,375 pesos, hecha en el Plan Maestro, elaborado por María Guadalupe Montaño Ríos, en 2015.
En el mismo boletín, SIDUE reportó “un avance físico general” del 63% de la obra; no obstante, la segunda etapa -que prácticamente terminaría la construcción del parque de playa con todo y acabados- tiene un avance del 30%.
Lo anterior, pese a que ya sólo se hará la terraza, los muros de contención de la misma y la escalinata, dejando de lado las muchas áreas proyectadas en el Plan Maestro. La razón es que para construir la losa de la terraza no se contemplaron diversas obras preliminares que han encarecido el proyecto. Entre ellas, la edificación de 29 pilotes en lugar de los ocho que se tenían presupuestados.
Imagen preliminar de lo que será el parque de playa
Así como el cambio de una tubería de asbesto que conecta el cárcamo con una zona aledaña al Colegio de la Frontera Norte, que la CESPT (comisión de servicios Públicos de Tijuana) se ha negado a instalar. Pero ha señalado que de moverse el ducto podrían descomponerse las bombas valuadas en millones de pesos.
Ante ese riesgo, el propio Alfonso Padrés Pesqueira, titular de la SIDUE, habría dicho que esta dependencia tampoco reemplazaría la tubería que “ya es vieja”. El problema radica en que sin ese trabajo no se podrá edificar uno de los tres muros de contención, ni la losa de la terraza del parque. De modo que, la construcción está suspendida en ese punto.
Versión que contrasta con lo manifestado por el titular de Secture, quien mostró a ZETA una foto mientras comentaba que en ella se aprecia que “ya estamos listos para construir la parte de la plancha”, y los cambios en la tubería.
La situación derivada del cambio del ducto revela la falta de coordinación entre las instituciones estatales aun cuando Miguel Lemus Zendejas, delegado de la SIDUE en Tijuana-Playas de Rosarito, se desempeñó como director de la CESPT hasta el 19 de marzo de 2018.
Además, orilló a la Secture a “aceptar” introducir el tubo de 14 pulgadas, con un costo superior a los dos millones contemplando las conexiones que tendrá.
Escobedo Carignan se refirió de manera sucinta al problema al comentar que el proyecto “se ha complicado” por la responsabilidad que ha tenido la dependencia a su cargo hacia el medioambiente y que “próximamente se contará con el recurso”.
Detalló que al hacer los trabajos se encontró un derrame de agua que daba hacia la banqueta, lo que “obligó a tender tubería nueva en gran parte de la obra”, también se está intentando superar el mal olor que sale de los registros. Esto último habría motivado que se cancelara la construcción de un restaurante proyectado en el Plan Maestro.
Si bien podría autorizarse ejercer más recursos, no existe la garantía del remplazo de la tubería, toda vez que se necesitará que la CESPT desconecte el tramo del cárcamo. ZETA buscó una entrevista con Germán Lizola Márquez, director de la CESPT, misma que no fue concedida, ya que “la obra es de la Secretaría de Turismo, ejecutada por SIDUE”, informó el área de Comunicación Social.
Al problema de la tubería se suma la falta de pago a proveedores por parte del Gobierno del Estado desde hace dos meses.
Este Semanario solicitó una entrevista con Lemus Zendejas para conocer la versión de la SIDUE, así como los detalles de la inversión y los trabajos que hace una empresa de la capital del país en el área de las canchas y en las banquetas del Parque México; ya que se desconoce el monto ejercido, pues no se tiene acceso ni al proceso de licitación ni al contrato.
Aunado a que se dejó fuera una parte del proyecto que consiste en remodelar la Biblioteca José María Morelos y Pavón, hacer trabajos de reforestación, y colocar juegos infantiles en el Parque México, que se licitará próximamente como una cuarta etapa.
América Robles Pérez, coordinadora de Difusión de SIDUE, se comprometió a gestionar la entrevista y enviar información del proyecto, pero hasta el cierre de edición no se concretó la conversación con el funcionario, ni se enviaron los datos a esta reportera.
Opacidad y poca transparencia
El Parque México y su extensión, denominada parque de playa, construido encima del cárcamo de la CESPT, beneficiará a más de 50 mil personas, así como a los más de 80 mil visitantes locales, nacionales y extranjeros que acuden a Playas de Tijuana.
El proyecto, que desde su inicio fue opaco al no transparentarse íntegramente el Plan Maestro, los contratos con todas las constructoras, ni las licitaciones, pretende ser autofinanciable, según Escobedo Carignan, aunque no precisó el monto que se requerirá para la manutención del lugar.
Dijo que se habían considerado los establecimientos en la parte de la terraza de mar, y ahora se sabe que también se planea instalar estacionómetros en las vialidades en donde se ubica, con el fin de que se pueda conservar en condiciones extraordinarias.
Óscar Escobedo Carignan, titular de Secture se compromete a terminar la obra
Cuestionado sobre la manera en que operarían los establecimientos si es que se construyen, Escobedo Carignan abrió la posibilidad de que organismos sociales los edifiquen a cambio de que puedan utilizarlos, o bien, Oficialía Mayor los rente o venda. Es un proceso que aún no está claro.
Respecto a los estacionómetros, Saúl Torres Barbosa, integrante de la Asociación Civil Vecinos de Playas de Tijuana, señaló que los residentes de la demarcación se opusieron a que una empresa privada los opere. “No nos parece bien que si hicieron una inversión pública en un parque que se va a embellecer y que va a tener más visitantes, entre una empresa y los explote”.
En cambio, dijo, se le propuso a la autoridad que los estacionómetros fueran del Ayuntamiento, los recursos obtenidos se queden aquí y se usen para el mantenimiento del parque o parques de la zona.
Comentó que se solicitará información de cuántos estacionómetros se colocarán y se hará una estimación del dinero que se recaudará. Además, adelantó la posibilidad de crear un patronato para que el dinero no desaparezca y se utilice realmente en beneficio de los residentes de Playas de Tijuana.
El activista recordó que en marzo pasado funcionarios de Secture y del ayuntamiento convocaron a los vecinos de la demarcación para conocer el proyecto, el cual presentaron sin los establecimientos. “Solo se mostró una explanada con vista al mar, con unas escalinatas y una rampa para las personas con capacidades diferentes”.
En cuanto a la jardinería que se plantaría, los residentes propusieron cambiarlas, ya que no eran plantas apropiadas, no eran plantas de la región, ni nativas. “Se había planeado plantar palmeras Washingtonias pero como el Ayuntamiento no tiene equipo de poda, es riesgoso cuando se presenta la condición de Santana, ya que las ramas pueden causar accidentes”.
Por otro lado, apuntó que tanto el malecón como el Paseo Pacífico son zonas prohibidas para el comercio ambulante, sin embargo el ayuntamiento no ha podido controlar esa situación. De modo que, los vecinos coincidieron con las autoridades en la necesidad de que se erradique el comercio informal.
A decir del entrevistado, los funcionarios se comprometieron a incluir sus propuestas en el proyecto, y presentárselos nuevamente conforme haya avanzado más.
