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lunes, febrero 19, 2024
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Disputa por el cosmos

Tras una temporada de casi dos meses en el Teatro Helénico de la Ciudad de México, “La Desobediencia de Marte”, obra escrita por Juan Villoro, tendrá dos funciones en la Sala de Espectáculos del CECUT el próximo 4 de octubre. El “encuentro de los astrónomos Tycho Brahe y Johannes Kepler en el año 1600 para descifrar las órbitas de los planetas”, es protagonizado por Joaquín Cosío y José María de Tavira, bajo la dirección de Antonio Castro

Dos mentes complejas tratando de empatar sus ideas sobre el Universo, aunque saben que fluyen en direcciones contrarias, es el punto de partida de “La Desobediencia de Marte”, obra de teatro que el 4 de octubre presentará dos funciones en el Centro Cultural Tijuana  (CECUT) con Joaquín Cosío y José María de Tavira como los astrónomos Tycho Brahe y Johannes Kepler, respectivamente.


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“Son varias obras al mismo tiempo. Es una obra con un lenguaje muy pulcro, con un revestimiento literario muy inteligente y muy sensible, una obra con muchísimos matices. Leerla se asomaba como una tarea compleja, pero trabajando con Antonio Castro, que es un gran lector de lo que el público puede esperar, los resultados fueron otros. Estamos ante una obra donde la gente y el público se divierten sobre manera y viven la intensidad de la puesta en escena con mucho entusiasmo”, declaró el actor Joaquín Cosío en entrevista vía telefónica con ZETA.

Es él quien interpreta a Tycho Brahe, astrónomo danés que mediante la observación conoció perfecto el mapa de las estrellas y ubicó cambios en éste cuando todavía no existía el telescopio. Su contrario absoluto por basar el conocimiento en las matemáticas fue el alemán Johannes Kepler, encarnado en la obra por José María de Tavira. “Hablamos de dos personalidades antagónicas, por eso justamente son dramáticas y teatrales. A Tycho Brahe le gustaba el boato, comer y beber bien, los lujos, las mujeres, en sí la vida y disfrutarla. Kepler era un personaje hipocondríaco, enfermo, con problemas graves de socialización y con un cuidado personal un poco descuidado. Dos personajes que son antagónicos de principio a fin y que, como dice muchas veces la obra, se necesitan, pero al mismo tiempo se repelen”.

La casi legendaria rivalidad entre ambos astrónomos es además una historia filial y un pequeño homenaje al trabajo de los actores, pues cuenta con varios giros que nutren más al texto escrito por Juan Villoro. Sin embargo, esos elementos se sumaron ante la complejidad de mantenerse en una primera inquietud con la que el autor se topó hace más de tres décadas y que detalló para ZETA:


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“La historia es muy larga, no todos los textos que yo he escrito tienen que ver con procesos tan largos de escritura o de ir pensando al respecto. Todo empezó hace unos 35 años en Berlín oriental, cuando yo leí el libro ‘Los Sonámbulos’ de Arthur Koestler, escritor húngaro extraordinario que dejó esta historia narrativa sobre la conquista intelectual del cosmos, o sea, cómo la gente se preguntó desde el principio cuáles eran los enigmas de las estrellas y cómo tratar de descifrarlos. Entonces ahí me deslumbró la relación tan turbulenta y tan productiva entre Kepler y Tycho Brahe, porque Tycho era el mejor científico experimental de la época en el sentido de que tenía las mejores mediciones del cosmos, pero no sabía qué hacer con ellas, solamente Kepler que tenía la mente más lúcida del momento para relacionarse con el cosmos podía interpretarlas, entonces se necesitan, pero ambos se repudiaban porque sabían que si uno predominaba sobre el otro, se quedaría con toda la gloria y además definiría la teoría del cosmos a su manera y tenían visiones encontradas de lo que era el Universo”, indicó Juan Villoro.

Foto: Internet

Cautivado por esa pugna, el autor leyó biografías y novelas de ficción para alimentar su proceso de escritura, pero ante la naturalidad de no ser un dramaturgo histórico, ni tener tanta cercanía con esa parte de la cultura europea, decidió trabajar la obra en dos tiempos: la discusión de los astrónomos en 1600 y los actores que los representan en un teatro mexicano en 2017: “Este contraste entre el mundo lejano y el mundo cercano se convirtió en el verdadero tema de la obra, cómo nosotros nos enfrentamos a enigmas distantes como lo que puede suceder en los confines de la galaxia y a enigmas absolutamente próximos como ese planeta desconocido que está en la persona con la que vivimos, o nuestro mejor amigo, ¿no?, que nunca acabamos de descifrar. Ése fue el verdadero tema de la obra”.

Un vuelco más surge por la diferencia de edades entre Tycho Brahe y Johannes Kepler -el segundo era mayor por 25 años-, haciendo que los diálogos se tornen en una discusión padre-hijo que cumple con la parte emotiva de la puesta en escena, porque, más allá de los dilemas científicos, para Villoro, el texto tiene su fuerza en un conflicto superior: el de los afectos.

“Es una obra que tiene todo. Sin duda en todos los sentidos (es un texto ambicioso), no se queda nada más en los dos astrónomos, tiene un giro muy divertido e interesante donde nos damos cuenta que en realidad lo que estamos viendo en el escenario es un ensayo donde dos actores están interpretando a los papeles de Brahe y Kepler, entonces pasamos del plano de los astrónomos al plano de los actores, que es uno joven y uno mayor, esa es parte de la sorpresa”, complementó Cosío.

Así, de una discusión dramática en la que se habla de geometría y órbitas celestes con un lenguaje medievo, la obra pasa a un contexto presente que es más ameno y divertido para el público.

“La respuesta de la gente que acude es que están ante un trabajo sumamente interesante, esperamos que en Tijuana también guste. (Juan Villoro) Estuvo en el proceso de ensayos, nos acompañó y en algún momento le dio comentarios al director, es uno de los más entusiastas en esta temporada. Ha ido en varias ocasiones y llevado a gente, digamos que, me atrevería a decir, está contento porque nos ha expresado su entusiasmo por esta obra”, finalizó el histrión.

“La Desobediencia de Marte” se presentará el miércoles 4 de octubre a las 7:00 y 9:30 pm en el Teatro del CECUT, siendo una de las primeras sedes  que visita tras su temporada debut en la Ciudad de México, aunque es importante agregar que en abril pasado también contó con una adaptación chilena que dirigió Álvaro Viguera.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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