Ricardo Monreal tardó mucho en mover sus piezas. Le salieron los espolones, aunque muy tarde. Quiso estirar demasiado la liga y la reventó, tanto que la propia oposición, así como el sector empresarial, prácticamente le ha dicho ya: “gracias por participar”. Esos son los resquicios que deja la tibieza al momento de las definiciones.
La reforma electoral para leyes secundarias aprobada en el Senado, incluye los artículos para que los partidos políticos aliados, PT y PVEM, tuvieran una transferencia de votos en el caso de candidaturas comunes, como requisito para conservar el registro, en caso de no alcanzar el 3 por ciento de los sufragios.
La minuta fue devuelta a San Lázaro, ello debido a los cambios que se le realizaron en el Senado y se espera que en las próximas horas sea avalada, antes de que concluya el periodo ordinario de sesiones.
Monreal Ávila enfatizó que el hecho de que el Senado no le dispensara los trámites a las minutas, permitió que se visibilizaran dichas inconsistencias, las cuales tienen la obligación de corregir.
El artículo 15, fracción cuarta, de la LEGIPE, establece que no perderán el registro los partidos políticos que logren el 3% de una votación federal o mantengan el registro local en al menos 17 entidades federativas.
El llamado “bloque de contención” adelantó que no aprobará ningún periodo extraordinario para la votación de dichas minutas, y propusieron que el tema se discutiera hasta el próximo periodo ordinario, es decir, en febrero del 2023.
Es compadre del actual presidente de la República, ya que es padrino de Gonzalo López Beltrán, el hijo menor que el político tabasqueño tuvo con su primera esposa, la fallecida Rocío Beltrán Medina.