Una mala costumbre de los gobernantes mexicanos es responsabilizar a las administraciones pasadas de los pobres resultados de los gobiernos presentes. Si bien esta situación no es nueva, se agudizó en los últimos años.
Tuve el gusto de conocerlo gracias al Club de Leones Tijuana, donde compartimos la pasión por el servicio social, hasta que hace unos días fuimos citados a reunión extraordinaria urgente, donde se nos hizo saber que a petición de nuestro entonces aún presidente, David, se anunciaba su inmediato retiro de la presidencia, para poder atender su salud.
El “tandeo” de agua tiene alarmada a la población tijuanense y a los que viven en la zona costera. Ahora sí está mereciendo atención de quienes poblamos esta zona noroeste de la república. Tal parece que es la primera ocasión que sabemos del problema. Y entre lo malo y lo peor, por ahora solo nos quedamos con lo primero.
Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, Sudáfrica; creció en un entorno de segregación racial que le permitió ser consciente de las violaciones a los derechos humanos. Estudió la licenciatura en Artes. En 1942 se unió al Congreso Nacional Africano y se dedicó a la política.
Habiendo sido dada a conocer en noviembre del 2019, en aquel entonces se anunció un plan de trabajo que se ha implementado sin descanso, guiándose por sus ejes rectores: valores, capacitación, responsabilidad social y profesionalización.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Gobierno y Municipios del Estado de Baja California (Issstecali), es un claro ejemplo de cómo la mala administración y el saqueo constante e impune de gobernantes y funcionarios, puede hundir a una institución en una grave crisis económica y de servicios habiendo sido antes modelo en servicio y atención.
La semana pasada, a pesar de sus muchos compromisos pre electorales para con su partido político (viajes, sonrisas, porras para las corcholatas del Presidente, etc.), la gobernadora se dio tiempo para presentar una campaña “por los derechos de la niñez de Baja California”.
Durante casi tres lustros pude recorrer comunidades y sectores de Baja California, donde, entre otras actividades, impartí pláticas orientadoras a madres y padres de familia, a estudiantes y a elementos policíacos.
Cuando la Corona Española expulsó de todos sus territorios en el mundo a la comunidad de sacerdotes misioneros jesuitas, suprimió el Papa la Orden Religiosa de la Compañía de Jesús.