Ya se sabe que para él, “la Ley no es la Ley”, y asuntos que no le gustan, para pronto ensaliva su lápiz y escribe un decreto para cambiar la Constitución (lo apoyan sus genuflexos en el Congreso y estados).
¿Qué está pasando con la energía en Baja California? Es una pregunta que se escucha cada vez más seguido. Como en muchos otros temas, nadie preguntaría si lo podríamos ignorar, si todo marchara sin mayor problema.
Trotsky, el creador del Ejército Rojo, el gran ideólogo de la Revolución Comunista, huye de Rusia temiendo por su vida; se viene a vivir a la casa de Diego Riviera y de Frida Kahlo, legendarios pintores que centraban la vida cultural de México.
En nuestro país el encarcelamiento prácticamente automático de las personas a las que no se les ha probado que cometieron algún delito se ha convertido ya en una regla y no en un asunto de excepción.
A 340 años de aquella fundación, es providencial y admirable que un californiano de Ensenada, Carlos Lazcano Sahagún, presente su libro Kino en California en el villorrio natal del jesuita italiano: Segno, en el museo que los Chinni (Kino) sostienen en su memoria.
Las personas impartidoras de justicia, sin mayor distinción, tienen la facultad discrecional para allegarse de oficio -sin que sea solicitado- de las pruebas necesarias para conocer la verdad sobre los hechos bajo su jurisdicción.
Los emigrantes en Estados Unidos envían 70 mil millones de dólares al año a México. Generalmente lo polvorean por todo el país, pues tienen parientes, sobre todo padres y hermanos a los que apoyan sin cesar.
En Ensenada es común ver a individuos homosexuales llevar de la mano a menores de edad. Igual que en Rosarito, Tecate, Mexicali y San Luis Río Colorado. Abunda la prostitución, y no se diga todas las drogas; antes iban de paso, ahora son parte de la guerra territorial de todos contra todos.
El delincuente público y los mismos funcionarios se pasan la ley por el arco del triunfo. El primero arrebata al débil o lo que está mal puesto, porque quiere o piensa que lo necesita.
Para quienes hemos vivido muchos años, resulta sorprendente cómo al paso del tiempo se han ido dejando en manos “del gobierno” muchas antiguas responsabilidades.