Pocas veces en el pasado, los gobiernos municipales y estatales, además de los legisladores del estado, habían mostrado una enorme diferencia en relación con los grupos de la Iniciativa Privada, los Colegiados y por supuesto con los Organismos de la Sociedad Civil que realizan su trabajo, tratando de hacerlo bien, sin imitar al Presidente.
Lo sucedido el pasado fin de semana con el Grupo de Regeneración Nacional, que todos aclaman como Morena, ya ha merecido la atención y comentarios de los mexicanos.
Es indudable que toda actividad que se desarrolle con interés, pasión y conocimientos, significa cumplir a cabalidad con las obligaciones laborales; y por fuerza deben traer buenos resultados a la comunidad en la que se vive.
El “tandeo” de agua tiene alarmada a la población tijuanense y a los que viven en la zona costera. Ahora sí está mereciendo atención de quienes poblamos esta zona noroeste de la república. Tal parece que es la primera ocasión que sabemos del problema. Y entre lo malo y lo peor, por ahora solo nos quedamos con lo primero.
La semana pasada, a pesar de sus muchos compromisos pre electorales para con su partido político (viajes, sonrisas, porras para las corcholatas del Presidente, etc.), la gobernadora se dio tiempo para presentar una campaña “por los derechos de la niñez de Baja California”.
Hace la friolera de 33 años los tijuanenses celebrábamos el primer centenario de la fundación virtual de nuestra querida ciudad. La reunión fue convocada por Unidos por Tijuana, Cien Años de Esfuerzo. Fue un festejo completamente popular y ciudadano.
Lo peligroso en esa zona es que el andador de madera concluye unos 500 metros de los salvavidas y lo que antes era un cómodo camino de ladrillos, ahora está destruido; y por más que se solicita a la Delegación de Playas, que lo rehabilite o por lo menos ponga avisos de peligro, aseguran que no tienen presupuesto.
Los de buena memoria recordarán que en el trienio de Jorge Ramos Hernández se vivió (especialmente en 2009) en Tijuana una violencia tan parecida a la actual, que parece calcada de un pizarrón.
Si escucha los planes que para Baja California tiene la gobernadora Marina del Pilar, pensaría que sin comprar un cachito de la Lotería Nacional, ¡ganó el premio mayor!