Tan sólo una pregunta: ¿Por qué Bonilla, después del asesinato de la periodista Lourdes Maldonado, no fue llamado a declarar? No olvidemos que al susodicho déspota no se le ha molestado. En lo absoluto. Hasta la fecha.
Trágicamente la experiencia en México nos ha enseñado hasta el cansancio, al cerrar cada sexenio, que los politicastros en su inmensa mayoría no aspiran ni procuran ser sanos servidores públicos; al contrario, como mandamases sólo ambicionan “el año de Hidalgo” con ciega demencia, y saquear sin escrúpulos las arcas públicas cada vez peor, dejando tras de sí una sensación de fracaso, amargura y desilusión.
“¿Existe necesidad de separación absoluta del cargo de Gobernador Constitucional de Nuevo León para participar en el proceso de elección de Presidente?”, inquirió