Esta semana, Marina del Pilar Ávila Olmeda, la triunfadora de la elección estatal del 6 de junio, se erigió como la gobernadora electa que es. Le mostró, tanto en el Congreso del Estado, como en los ayuntamientos y en el gabinete federal, el músculo político que está ejercitando al todavía mandatario en funciones, Jaime Bonilla Valdez.