Con relación al cuidado, las mujeres dedicamos aproximadamente 29 horas a las semanas (más del doble que los hombres). En cuanto a las actividades domésticas, las mujeres dedicamos en promedio 30 horas a la semana (casi el triple de las dedicadas por los hombres).
Se habló del “AAA en accesibilidad en Internet”, de la asignación de recursos, de beneficios y desafíos tecnológicos, de la promoción de la inclusión y bienestar a través de la filantropía, de barreras y retos ante discriminación, estigmatización y exclusión, así como de otros importantes tópicos.
En México, el entonces Presidente Miguel Alemán Valdés designó el 7 de junio de 1951 para conmemorar el “Día de la Libertad de Expresión”. Posteriormente, en 1976, el Presidente Luis Echeverría Álvarez estableció que ese día se entregara un reconocimiento el “Premio Nacional de Periodismo”.
Una gobernadora que en cada crisis, hace lo que bien sabe hacer, sustituir la gravedad de su encargo con filtros de fantasía que terminan ya cansando a aquellos que necesitan seriedad sensible, no simpatía simulada.
En relación a la semana que comprende el 8 de marzo. “Día Internacional de la Mujer”, día de lucha por la igualdad, la participación y el empoderamiento; escribo para homenajear a las mujeres excepcionales que con su incidencia en el ámbito público cerraron la brecha de desigualdad.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de marzo como el Día para la Cero Discriminación, para promover y celebrar el derecho de cada persona a vivir una vida plena con dignidad.
La familia es un elemento natural y fundamental de la sociedad. Las familias son organizaciones dinámicas que se agrupan para formar estructuras capaces de enfrentar los desafíos de cada tiempo y lugar, con el objetivo principal de asegurar su bienestar y seguridad.
La educación es un derecho humano que proporciona habilidades y conocimientos necesarios para desarrollarse, y da herramientas para conocer y ejercer el resto de los derechos. Este es de los primeros derechos reconocidos constitucionalmente.
Es importante que el consumo de las sustancias psicoactivas deje de verse desde el paradigma punitivo, para atenderse como un problema de salud pública y seguridad social desde el enfoque de derechos humanos.