El subdirector Erick Aguilera y el comandante Norberto Ornelas Nava, fueron asesinados a tiros el martes 20 de septiembre; ambos contaban con una trayectoria en la policía municipal, en la Fiscalía General del Estado y en el extinto grupo SWAT de Mexicali
Por lo visto, los mexicanos caímos en el juego del Presidente López Obrador: a crispación, el encono, las diferencias que generalmente los seguidores de quien “gobierna” defienden con majaderías.
Llegaron en motocicleta y armados despojaron de sus pertenencias a los invitados al templo Santa Teresa de Ávila de la colonia Gabilondo en la ciudad de Tijuana.
En Tijuana hay 3 mil 600 efectivos de la Guardia Nacional de los 4 mil 314 que hay en el estado, sin embargo, algunos tijuanenses aseguran que su presencia “no se nota”.
Es indudable que “el crimen organizado” o “extrañas manos oscuras” buscaron y lograron atemorizar a la población civil de diversos estados con ataques en los que se dispararon armas de fuego, se secuestraron unidades de transporte públicos y vehículos particulares para provocar un caos y desorden entre la ciudadanía de Chihuahua, Jalisco, Guanajuato y Baja California.
Además, están relacionados con un asalto a un negocio de mariscos llamado “Sammy” y un robo en el que hurtaron una caja fuerte con casi un millón de pesos.
El martes 2 de agosto en la 2da. Zona Militar, ubicada en Tijuana, se destruyeron mil 100 armas de fuego (800 armas cortas y 300 largas), que fueron confiscadas por elementos del Ejército y la Guardia Nacional en diferentes operativos en Tijuana y que habían llevado un proceso de investigación por parte de la Fiscalía General del Estado de Baja California (FGE).