Sin asegurar que en México el tiempo pasado fue mejor, es demostrable que el actual es mucho peor. A escasos dos meses de las elecciones, “las más grandes” de su historia, hasta hoy, los distintos gobiernos, especialmente el federal, han gastado miles de millones de pesos para realizar campaña electoral que ya dura dos años.
Motivando a votar el domingo 2 de junio, los obispos de Celaya, Irapuato, León y Querétaro refieren cuatro principios propuestos por el Papa Francisco a los cristianos católicos para que se responsabilicen -no sólo votando- en la transformación de sus comunidades.
Ahora que los neo y también antiguos políticos andan súper moviditos buscando repetir en sus “responsabilidades” o capturar un puesto, es bueno preguntarles: ¿qué han hecho en el pasado y como simples ciudadanos para mejorar su municipio o Estado?
Para el caso del delito, el populismo penal señala al crimen, como se dice en criminología: y al delito para la ciencia de derecho, como se afirma en el derecho penal, como un enemigo público y sin lugar a duda el más importante.
Entre otros ofrecimientos del candidato AMLO figuraron también el instaurar una verdadera democracia, acabar con los fraudes electorales y aseguró que en adelante las elecciones serían limpias y libres. Pero del “dicho al hecho...”.