La tarde del sábado 19 de octubre, por órdenes provenientes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), un grupo de asesinos identificados como “Los Erres” intentó acribillar a Javier Antonio Rodríguez Rincón, subjefe de la Unidad de Inteligencia de Tijuana.
Desde beneficios que reducen condenas y otorgamiento de libertades que no se publicitan, hasta presunto cambio de identidad, son algunas de las prebendas que obtienen algunos narcotraficantes mexicanos que cooperan efectivamente con las autoridades de Estados Unidos de América al delatar a importantes miembros de las organizaciones criminales o entregar parte de sus fortunas ilícitas.
Sicarios de “Los Erres”, al servicio de Cártel Jalisco fueron detenidos por ataque al policía municipal y homicidio el homicidio de investigador en Tijuana
Veintitrés días han pasado desde el asesinato del joven ingeniero de 36 años, Juan Carlos Ojeda Solorio. Su familia y amigos han hecho saber de manera periódica y permanente, por diferentes vías, que no permitirán que su expediente se convierta en una estadística, ni parte del rezago acumulado en la Fiscalía General del Estado de Baja California.
En Baja California ya existe un grupo de Policía Metropolitana, pero es corrupta y opera fuera de la Ley. Hasta donde saben los integrantes de la Mesa de Coordinación para la Paz y Seguridad de Baja California, es coordinada por Carlos Omar Barba Preciado, un delincuente ligado originalmente al Cártel Arellano Félix (CAF).
El Gobierno del Estado, encabezado por Víctor Castro Cosío, reconoce los resultados de la anterior administración, pero la existencia de brotes focalizados que amenazan con incrementar es una realidad no aceptada por la administración actual.
Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora electa que tomará posesión el próximo 1 de noviembre; Araceli Brown Figueredo, alcaldesa reelecta en Rosarito y Montserrat Caballero Ramírez, la nueva presidente municipal de Tijuana a partir del 1 de octubre, fueron amenazadas por un grupo criminal, al que la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad, ubica como una fusión entre la mafia de Jalisco Nueva Generación y los recortes del Cártel Arellano Félix.
La incapacidad para combatir la violencia por parte de autoridades bajacalifornianas y sonorenses, provocó que agrupaciones delictivas tuvieran menor preocupación por exhibir su poderío al momento de perpetrar sus crímenes, donde pasaron de asesinatos aislados en zonas despobladas, a comandos armados que acribillaban indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños
A 24 horas como gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío ya tenía en su lista un ejecutado al estilo de la delincuencia organizada, además de dos presuntos narcomensajes y la movilización de unidades de investigación criminal.
Los grupos del crimen organizado operan, pelean y asesinan por el territorio donde convergen Tijuana y Rosarito como una zona metropolitana, en la que actualmente están matando a vendedores de droga, cazando y amenazando a mandos policiacos y lanzando advertencias criminales, incluso en contra del gobierno de la alcaldesa de Rosarito.