Aunque este fenómeno se ha observado desde hace décadas, en los últimos años los desplazados de sus países se han incrementado. La costumbre era ver a los centro y sudamericanos como los expulsados de sus países por problemas de inseguridad o de pobreza, principalmente.
La verdad es que México, por estar unido en su frontera norte con Estados Unidos de Norteamérica, ha sido el trampolín para intentar llegar a eso que muchos ven como la salvación a su pobreza. Un amable lector de ZETA nos hizo llegar un interesante cuadernillo editado por la Universidad Iberoamericana con el discurso de la señora Sadako Ogata, Alta Comisionada de la NNUU para los Refugiados (ACNUR), presentado en noviembre 11 de 199l, en la Unidad Santa Fe, Ciudad de México.
Su visita conmemoraba el 40 aniversario de la ACNUR, creada al inicio de la confrontación Este-Oeste para proteger y asistir a las víctimas de la persecución y encontrar soluciones a su difícil situación. Finalmente fue el deseo de cruzar fronteras en busca de mejores oportunidades y mayor libertad, lo que causó la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1889.
En México, con más regularidad se anuncian las oleadas de seres humanos, que en principio abandonaban los países, principalmente de América Central y ahora se les unen de varios continentes; y la causa sigue siendo la misma que propició la ACNUR en 1951: abandonan sus países no porque quieran, sino como resultado de conflictos regionales, regímenes autoritarios y opresivos y la severa pobreza de esas naciones.
La pregunta es si los Estados Unidos de Norteamérica tienen capacidad para recibir a todos los desplazados del mundo. Hoy anuncian que en los últimos días entraron a México casi siete mil desplazados, con la aspiración de ser recibidos en el país del norte.
Hasta la fecha ninguna de las instituciones o agencias internacionales, han sido capaces de convencer a los líderes de esos países que desplazan a su gente, para que, con ayuda de esas instituciones, se creen programas que permita a las personas no ponerse en peligro en esa “aventura” que nadie les asegura encontrarán respuesta afirmativa a sus deseos de encontrar acomodo en un país hospitalario. Bien lo decía en ese memorable discurso la señora Sadako Ogata: “El problema de los desplazados únicamente puede desaparecer si hay paz, buen gobierno, respeto a los derechos humanos y desarrollo económico”.
Nota 1. Esos miles de desplazados que ya están en México, ¿llegarán a Tijuana?
Nota 2. Cada vez resulta más difícil que las OSC’s que atienden a migrantes puedan hacerlo con éxito.
Nota 3. Este Gobierno Federal quitó ayuda a esos grupos.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.org
