Jake Gyllenhaal es el salvador de esta película recientemente anexada al catálogo de Netflix.
Como la versión americana de un estupendo thriller sueco que data a 2018, la cinta tiene que construirse en torno a este talentoso actor, porque en realidad a los demás miembros del elenco uno más bien los escucha, no los ve.
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Esto es porque Gyllenhaal encarna a Joe, un policía impedido para trabajar en la calle, quien es enviado a un centro de llamadas de emergencias 911. Al principio no se ve nada feliz, pero todo su panorama cambia cuando recibe la llamada de una mujer histérica (Riley Keough) que de inmediato absorbe al agente, obsesionado con lo que parece ser un caso extremo de violencia doméstica.
Nosotros, como espectadores, quedamos igual de involucrados que el buen Joe y basta decir esto para no arruinar los giros inesperados, el clímax y desenlace de este thriller que, aunque no al nivel de la obra maestra europea, bien valen la pena, gracias a la sensibilidad del director Antoine Fuqua, un estupendo trabajo de Keough -aunque no aparece en pantalla- y, de nueva cuenta, el compromiso de Gyllenhaal por impedir que este huracán fílmico perdiera fuerza hasta el final. *** y media.
Punto final. – Starz, Paramount, Disney+, HBO Max… de pronto como que hay mucho de dónde escoger. Las plataformas siguen superando a la cartelera local con creces.
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