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miércoles, febrero 21, 2024
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Adendum al T-MEC amenaza soberanía de México

Coparmex reprocha que en las negociaciones se excluyó a la Iniciativa Privada, mientras Index Zona Costa BC considera que hay dudas en cómo estará regulada la visita de verificadores extranjeros que dirimirán las controversias laborales


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A un año de que los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump, así como el primer ministro Justin Trudeau, firmaron en Argentina el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), los tres países signaron un adendum el 10 de diciembre de 2019.

Tales modificaciones atentan la soberanía del país al permitir verificaciones de extranjeros para determinar si México cumple, sobre todo en materia laboral, con lo que se comprometió en el acuerdo que sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aún vigente desde 1994.

Ante comisiones del Senado de la República, el subsecretario para América del Norte (quien encabezó las negociaciones por parte del gobierno mexicano) Jesús Seade Kuri reconoció que los paneles -que sustituirán a “inspectores arbitrarios” rechazados luego de haber sido planteados por los demócratas para ratificar el T-MEC- son una forma de compartir la soberanía.


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Si bien en el dictamen -aprobado en comisiones del Senado-  no se encuentra la figura de agregados laborales, en los anexos 31-A y 31-B México acordó, de forma separada con Estados Unidos y Canadá, que los gobiernos (o las partes) nombrarán a tres individuos para una lista cada uno, y por consenso, designarán a tres individuos para una lista conjunta, quienes “no serán nacionales de México o de Estados Unidos”, tratándose del panel rápido entre nuestro país y la Unión Americana.

Igualmente ocurre en el panel laboral de respuesta rápida entre México y Canadá, en que ambas partes elegirán, por consenso, a tres individuos para una lista conjunta que “no sean nacionales de México y Canadá”.

Es decir, los panelistas mexicanos quedaron excluidos de dirimir las controversias que presenten EU o Canadá cuando reclamen a nuestro país que se ha negado el derecho de libre asociación y negociación colectiva en una empresa.

Cabe señalar que los gobiernos de EU y Canadá impulsaron el tema laboral en la modernización del TLCAN por presión de los sindicatos de sus respectivos países, quienes han pugnado porque en México haya una vida sindical real que permita mejores condiciones salariales y que en

México, el primero en ratificar el T-MEC y adendum

 La tarde del jueves 12 de diciembre, el Senado aprobó, con 107 votos a favor y uno en contra, el dictamen sobre el protocolo (adendum) del T-MEC, el cual pasará al pleno para ser discutido y aprobado horas después de haber pasado por comisiones.

Con ello, México volverá a ser el primer país en ratificarlo, dado que el documento del T-MEC se aprobó en junio pasado. No obstante, se prevé que ambos documentos sean aprobados por el Congreso de Estados Unidos hasta inicios del próximo año, señaló el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ante el probable juicio político que enfrentará el mandatario Donald Trump.

El Congreso canadiense también podría ratificar el T-MEC hasta enero, aunque la viceprimera ministra Chrystia Freeland afirmó el martes 10 de diciembre que no hay una fecha clara para que el Parlamento lo apruebe.

Norteamérica se recuperen empleos en ese sector, al considerar que la mano de obra barata en México representa una competencia desleal.

Entre las reglas de procedimiento para los paneles en el adendum, se establece que las partes contendientes y el panel podrán probar la veracidad del testimonio en persona o mediante declaración jurada, informe, teleconferencia o videoconferencia, y destaca que las partes contendientes tienen derecho a presentar “testimonios anónimos y pruebas testadas, en circunstancias apropiadas”.

Subsecretario Jesús Seade compareció en el Senado

La manera en cómo funcionarán dichos paneles rápidos, es que si un país “tiene un fundamento de buena fe” para creer que está ocurriendo una denegación de derechos en una instalación cubierta (empresa) del sector manufacturero o de la minería, primero solicitará a la parte demandada realice su propia investigación.

Los resultados de esta se darán a conocer de forma escrita, así como “cualquier reparación de la parte reclamante” al final de un periodo de 45 días.

“La parte reclamante proporcionará información suficiente para que la parte demandada realice su revisión. La parte demandada tendrá 10 días para notificar a la parte reclamante si tiene la intención de realizar una revisión. Si la parte demandada no elige realizar una revisión o no notifica dentro del período de 10 días, la parte reclamante podrá solicitar la integración de un Panel Laboral de Respuesta Rápida para llevar a cabo una verificación y determinación por separado de conformidad con el Artículo 31- A.5”, reza el documento.

Lo mismo sucederá cuando la parte demandada determine que no existe denegación de derechos, pero el país reclamante esté en desacuerdo con ello.

Cabe señalar que la resolución del Panel Laboral de Respuesta Rápida podrá ser analizada por el panel general, previsto también en el T-MEC y originalmente integrado por cinco individuos.

Al entregar la solicitud a la parte demandada, el país reclamante podrá retrasar la liquidación final de las cuentas aduaneras relacionadas con el ingreso de mercancías desde la instalación cubierta (empresa).

En tanto que la liquidación de dichas cuentas debe reanudarse inmediatamente previo acuerdo de las partes, de que no existe denegación de derechos, o que un panel lo determine del mismo modo.

 

“DEBILIDAD SANTANISTA” LA DEL GOBIERNO MEXICANO, ACUSA COPARMEX

“El Presidente López Obrador dijo en la mañanera que mi postura sobre el Protocolo Modificatorio al T-MEC es ‘partidista’. Yo veo una debilidad santanista. Desde el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (en que México cedió California) no se veía tanta flexibilidad ante EU. Y de paso, se le agradece a Donald Trump”, tuiteó Gustavo de Hoyos, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El líder empresarial agregó: “Me parece que ha quedado claro que este Gobierno ha sido un mal negociador, al final de cuentas hay un claro retroceso de lo que se había obtenido al cierre de la negociación el 30 de noviembre”.

Foto: Internet.- Firma del T-MEC el 30 de noviembre de 2018

En esa línea, Ernesto Elorduy Blackaller, presidente de Coparmex Mexicali, señaló que la negociación del adendum se hizo sin la participación de la iniciativa privada mexicana, pese a que en las negociaciones del T-MEC sí estuvo presente.

Lamentó que México “haya cedido a las presiones del momento, porque ahorita EU está viviendo un contexto político donde el Presidente Trump está próximo a reelegirse y debilitado en el desafuero que está viviendo, está cediendo a las presiones de los demócratas y los sindicatos para sacar adelante su propia agenda política y México entró en este juego, cuando -en nuestra opinión- no tiene la urgencia necesariamente de en este instante ceder a esas presiones; porque mientras no se firme, sigue vigente el TLCAN”, declaró.

En opinión del entrevistado, México queda supeditado a revisiones por parte de agentes americanos que darán el visto bueno sobre el cumplimiento de ciertas cláusulas del T-MEC, sobre todo en temas laborales, “donde va a haber agregados laborales que van a tener la facultad de ir a los sitios laborales en territorio mexicano a certificar o ser una especie de peritos sobre las condiciones laborales de México”.

En la sesión del jueves 12 de diciembre en el Senado, Jesús Seade Kuri rechazó que el documento estableciera lo del agregado laboral, sin embargo, dijo que la Embajada de Estados Unidos en México estaba en un proceso de contratación de un agregado laboral, quien “servirá para monitorear qué está pasando en México por la reforma laboral”.

Para el presidente de Index Zona Costa, Luis Manuel Hernández, las nuevas reglas no están claras en cuanto al tema laboral, puesto que se tiene duda “de cómo estará regulada esa visita y si se autorizará, al ser un tema más de soberanía que negociación comercial”.

En opinión de Salvador Díaz González, presidente de la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), la industria manufacturera de exportación está acostumbrada a inspecciones por parte de sus corporativos, “es decir, vienen de Estados Unidos y revisan que se cumplan las reglamentaciones y diferentes leyes”, por lo que consideró que no habrá una afectación por las revisiones tanto a las plantas como a las industrias.

En el tema automotriz, Luis Manuel Hernández comentó que se tenía la idea de que el T-MEC había estipulado que el contenido regional sería de 70%, pero “ahorita se aclara que ese 70% es de la cadena de valor, lo cual es bueno para México”.

En cuanto a la nueva regla de origen para incorporar productos de acero y aluminio a vehículos que se exporten a tasa cero, el adendum estableció siete años para el primero y diez para el segundo. Lo anterior beneficiará más al comercio de la fundación de acero, que está en Estados Unidos, por lo que será el mayor ganador, previó el líder empresarial.

Sobre la reducción a ocho años de la vigencia de patentes de los fármacos biotecnológicos, “no le vemos ninguna diferencia” y ya estaban previstos para la regulación.

 

RATIFICACIÓN DISMINUYE INCERTIDUMBRE

Los empresarios consultados por ZETA se mostraron a favor de la ratificación del T-MEC dado que, consideraron, disminuirá la incertidumbre de los inversionistas en beneficio de la economía mexicana.

Aunque existen dudas respecto a qué sucederá con los nuevos tratados que haga México, “porque al parecer México con este T-MEC no puede tener mejores tratados que el T-MEC con otros países. Eso aún no queda claro”, comentó Hernández. En cuanto a si la idea es pedir permiso a EU y Canadá para hacer otros acuerdos, “estaríamos en desventaja”.

México y China, los perdedores del T-MEC

Un artículo firmado por Heather Long y publicado por The Washington Post, ubica a México y a China como los perdedores de la negociación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

México es perdedor porque tuvo que dar más en las negociaciones entre los tres países firmantes. “Hicieron el mejor trato posible, pero el claro impulso del T-MEC es dificultar que las empresas (especialmente en la industria automotriz) cierren fábricas en Estados Unidos y Canadá, y se trasladen por completo a México, donde los costos laborales son más baratos”, escribió la articulista.

Mientras que de China apuntó que el acuerdo alcanzado probablemente será negativo para la nación asiática en vista de que el Presidente norteamericano Donald Trump “ya tiene una gran victoria en el comercio de cara a las elecciones presidenciales de 2020, y ahora hay menos presión para que se haga un trato con China”.

En contraste, para Heather Long los ganadores de la negociación son Trump, al obtener “un acuerdo legítimo e integral con dos países extranjeros”, cumpliendo con la promesa de “terminar” con el TLCAN. Aunado a que el nuevo acuerdo debería ser positivo para la economía estadounidense.

Los otros ganadores son los demócratas, en especial la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, porque demostraron “que son capaces de hacer las cosas más allá de la acusación (por el juicio político en contra de Trump)”.

Además de que presionaron más para que México aceptara una aplicación más estricta de los derechos laborales en el acuerdo final, con lo que Pelosi puede decir que “los demócratas ayudaron a hacer que el acuerdo sea ‘infinitamente mejor’”.

De acuerdo con un estudio de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, después de la entrada en vigor del T-MEC, en los próximos seis años se generarán 176 mil puestos de trabajo en la Unión Americana, sobre todo en el sector manufacturero.

Sobre ello, el líder de Index Zona Costa pronosticó que los empleos serán más remunerados y, contrario a lo que esperaría Estados Unidos, las vacantes en manufactura no van a regresar al vecino país. “O migran a México, o se van a Vietnam”, sentenció.

NUEVO TRATADO NO TIENE “GRANDES CAMBIOS”

Roberto Zepeda, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que si bien el T-MEC no es el mejor acuerdo para México, “porque se van a perder empleos en la industria automotriz por el tema salarial”, es un acuerdo que “nos salva de una guerra comercial con Estados Unidos y puede traer más inversión. México por lo pronto está convertido en el primer socio comercial de EU”.

En entrevista con ZETA, indicó que en el T-MEC “no hubo grandes cambios” respecto al TLCAN, del cual se conservó prácticamente el 80%, ya que las nuevas disposiciones restrictivas fueron básicamente en la industria automotriz y en la posibilidad de hacer acuerdos con China.

Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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