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sábado, febrero 17, 2024
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Impone violencia CS

La ciudad de Culiacán fue sitiada por criminales luego que elementos del Ejército Mexicano detuvieron a Ovidio Guzmán López, hijo del capo sinaloense Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera,  en el sector Tres Ríos la tarde del jueves 17 de octubre. De acuerdo a la versión oficial no iban por él, se lo toparon, aunque en una casa de seguridad. Lo encontraron después de asegurar a sujetos que atacaban a los oficiales a balazos desde un domicilio. Contra Guzmán López pesa una acusación por tráfico de drogas en Estados Unidos, la misma por la que su padre purga cadena perpetua en una prisión norteamericana. El gabinete de seguridad del Gobierno de la República desplegó un operativo que posteriormente cesó. El Presidente Andrés Manuel López Obrador continuó en una gira por Oaxaca y declaró que hoy viernes hablará del tema… aunque la noche del jueves filtrarían información revelando que el junior del narco fue liberado


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Ovidio Guzmán López, presuntamente capturado pasadas las tres de la tarde del 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa

La probable liberación de Ovidio Guzmán López, quien se presume fue detenido por elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, refiere la imposición de la violencia del Cártel de Sinaloa sobre el Estado mexicano.


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Poco después de las tres de la tarde del jueves 17 de octubre, cuando se dio la aprehensión (incluso se liberaron fotografías del joven “presentado”), células criminales de Sinaloa tomaron Culiacán a balazos. Sitiaron calles con autobuses, camiones y carros incendiados e hicieron recorridos demostrando el poderío criminal y armamento que poseen para enfrentar a la autoridad.

Cientos de personas huyeron de las zonas de conflicto en la Capital sinaloense y dejaron testimonio de las reyertas criminales en videos realizados desde sus teléfonos móviles, los cuales fueron compartidos en redes sociales.

También fueron filtrados audios amenazantes que elementos de las Fuerzas Armadas y de corporaciones policiacas recibieron en sus radios de comunicación, con voces anónimas amedrentando con asesinar militares destacados en las distintas bases militares de la zona, si no “liberaban al muchacho”. La arenga era que si lo dejaban ir, todo regresaría a la tranquilidad.

La violencia provocada por el Cártel de Sinaloa se impuso al Estado de Derecho en el cual se realizó la captura que había sido sin una sola baja.

La noche del mismo jueves, fuentes de seguridad confirmaron a medios nacionales la liberación del junior del narcotráfico. La agencia noticiosa Reuters informaría que el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, confirmó la liberación “para proteger vidas”. Lo único que este refirió en su conferencia de prensa fue: “…durante dicha acción se identificó a uno de ellos como Ovidio Guzmán López. Lo anterior generó que varios grupos de la delincuencia organizada rodearan la vivienda con una fuerza mayor a la de la patrulla.

“Asimismo, otros grupos realizaron acciones violentas en contra de la ciudadanía en diversos puntos de la ciudad, generando una situación de pánico.

“Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense, los funcionarios del gabinete de seguridad acordamos suspender dichas acciones…”.

El “bien superior”, la seguridad de Culiacán y de las Fuerzas Armadas, por encima de la captura. Al referir que “acordamos suspender dichas acciones”, Durazo no aclaró si se refería a la captura o a los operativos posteriores, con lo que abrió la probabilidad de la liberación.

Al cierre de esta edición de ZETA, ninguna oficina del Gobierno de la República había salido a confirmar la liberación del hijo del “Chapo” Guzmán, más allá del despacho de la agencia Reuters.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador prosiguió con una gira a Oaxaca, donde a su llegada declinó hacer declaraciones al respecto. De manera reiterativa dijo que lo haría “mañana”, refiriéndose al viernes 18 de octubre.

De la liberación del capo sinaloense no se dieron detalles, se sabe por imágenes filtradas en redes sociales, que Guzmán López no tuvo esposado, que podía moverse en el lugar donde lo tenían recluido e incluso se le permitió el uso (o le fue provisto) de un teléfono celular.

Además, que un avión de la Policía Federal había sido enviado a la Capital sinaloense para el traslado, aunque por la noche del jueves no se informó si ese operativo también había sido cesado.

Tras darse a conocer el enfrentamiento de integrantes del Cártel de Sinaloa con Fuerzas Armadas, iniciaron una serie de ataques criminales, bloqueos, balaceras e incineración de camiones en diversos puntos de la Capital sinaloense. Los accesos al municipio fueron cerrados, en algunos puntos por criminales y en otros por policías. Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de seguridad pública del Estado de Sinaloa informó de manera preliminar que el saldo de las balaceras fue 1 muerto y 21 heridos.

LA CAPTURA

La versión oficial indica que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional, patrullaban la zona se Tres Ríos en Culiacán cuando fueron agredidos a balazos. En el operativo defensivo concretaron la captura de Ovidio Guzmán López, de 28 años, hijo de Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera, quien de acuerdo a las autoridades, junto a sus hermanos controla una de las células criminales más poderosas del Cártel de Sinaloa.

La aprehensión se concretó alrededor de las tres de la tarde del jueves 17 de octubre y la versión del “topón” fue hecha pública por Alfonso Durazo Montaño casi tres horas después que inició una larga jornada de balazos en Culiacán, Sinaloa, la misma que llevó a las autoridades estatales encabezadas por el secretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda, a solicitar a los ciudadanos que por seguridad permanecieran encerrados en sus casas y trabajos, como en toque de queda.

Autobuses, camionetas y carros fueron tomados por criminales y posteriormente incendiados en diversos puntos de la ciudad, algunos en las inmediaciones de las instalaciones de la Sedena y otras corporaciones policiacas, así cómo en el área cercana al Centro Universitario.

Los fuegos iniciados como amenaza en la tarde, continuaron en la oscuridad de la noche del jueves, marcando para los atemorizados residentes de Culiacán, una escena de inseguridad y desolación. Balazos en distintas direcciones y convoyes de delincuentes trasladándose impunemente ante el temor de la ciudadanía de un lado a otro, accionando sus armas y causando terror.

En la misma jornada de terror, por lo menos unos veinte reos escaparon del penal, acción que fue captada en grabaciones con teléfonos móviles.

El joven capturado es uno de los cuatro hijos  que “El Chapo” procreó con de Griselda López Pérez, Ovidio, Grisella Guadalupe, Joaquín y Edgar, este último, el único hijo fallecido del ex líder del Cártel de Sinaloa. En 2002 fue asesinado en un estacionamiento en Culiacán. En la escena del crimen fueron localizados más de 500 casquillos de bala y la versión oficial fue que el asesinato se debió a una venganza de los hermanos Beltrán Leyva contra “El Chapo”.

A diferencia de sus medios hermanos César, Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Gisselle Alejandrina Guzmán Salazar, hijos de Alejandrina Salazar Hernández, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Guadalajara, Ovidio y los Guzmán López crecieron en el ambiente serrano de Sinaloa.

Tanto Ovidio como su hermano Joaquín, fueron mencionados como miembros activos del Cártel de Sinaloa en el juicio contra su padre, Joaquín Guzmán Loera, desarrollado en la corte de Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, proceso en el que se les señaló de colaborar en el escape del capo sinaloense por un túnel.

El avión oficial en el que no pudieron trasladar al hijo del “Chapo” a Ciudad de México

Las dos recapturas de Joaquín Guzmán Loera, en febrero de 2014 y enero de 2016, habrían acercado en sus vínculos a los hermanos Guzmán López y Guzmán Salazar; y más cuando los últimos, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, fueron secuestrados en un restaurante de Puerto Vallarta, Jalisco en agosto de 2016, para luego ser liberados precisamente cerca de Culiacán, donde Ovidio les brindó apoyo.

 

EL OPERATIVO

Los primeros reportes de la violencia en Culiacán se hicieron públicos a través de los residentes de la Capital sinaloense, quienes pasadas las tres de la tarde empezaron a publicar videos en redes sociales.

La gente grabó la presencia de grupos de hombres armados y encapuchados que bloquearon cruceros y vialidades principales, como Álvaro Obregón en la Zona Centro, donde hombres que se trasladaban en camionetas y con armas tipo Barrett M82, calibre .50, dispararon al aire.

Las imágenes permitieron observar más hombres armados disparando  ráfaga de balas sobre el Bulevar Enrique Sánchez y continuar su ataque  hasta llegar a Avenida Universitarios en el primer cuadro de la ciudad.

Elementos de la Sedena y de la Guardia Nacional respondiendo al ataque perpetrado en su contra desde una casa donde presuntamente fue encontrado Guzmán López.

En medio de las detonaciones, la gente corría buscando resguardo, mientras vehículos cargados de elementos militares trataban de hacerse caminos entre los vehículos de las familias atrapadas en el fuego cruzado.

Los videos captaron también a un presunto delincuente, armado con un fusil, entrar a lo que parece ser un restaurante y pedir a los comensales que se vayan del lugar si no quieren poner en riesgo sus vidas. “La cosa es seria”, les advirtió.

Las detonaciones de armas y bloqueos también sucedieron en casetas de algunas carreteras, donde colocaron camiones doble remolque y tráileres a manera de bloqueo. Los hombres armados también fueron a disparar en el área del estacionamiento de la Novena Zona Militar de Culiacán.

Residentes de Culiacán llamaron a sus familiares para informar que todos los accesos a la Capital sinaloense habían sido cercados por elementos del Ejército, Marina y Policía Estatal, tras la intensa balacera. Lo que no amedrentó a los delincuentes, quienes intentaron derribar un helicóptero de las Fuerzas Armadas, acción que quedó grabada mientras  circulaban los audios de ciudadanos, con gritos entre sorprendidos y atemorizados.

Al mismo tiempo, en los grupos de comunicación de WhatsApp de Policía en Sinaloa, se empezaron a  compartir videos y audios con información, refiriendo la captura de uno de los hijos del “Chapo” Guzmán y de sicarios recorriendo la ciudad, atacando incluso instalaciones militares, con la finalidad de “rescatarlo”. Primero dijeron que se trataba de Archivaldo Guzmán y que tal vez estaba muerto.

La violencia llevaba poco más de una hora reinando en la ciudad cuando pasadas las cuatro de la tarde,  las autoridades confirmaron de manera extraoficial que se trataba de Ovidio Guzmán.

 

LA CIBER-VERSIÓN OFICIAL

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, informó por redes sociales: “Este 17 de octubre, a las 15:30 horas,  una patrulla integrada por 30 elementos de la Guardia Nacional y la Sedena se encontraba realizando un patrullaje de rutina en el fraccionamiento Tres Ríos, de la citada ciudad, cuando fueron agredidos desde una vivienda.

“El personal de la patrulla repelió la agresión y tomó control de la vivienda localizando en su interior a cuatro ocupantes. Durante dicha acción se identificó a uno de ellos como Ovidio Guzmán López”.

El secretario no informó si Ovidio Guzmán será acusado por la agresión o fue detenido en flagrancia de algún delito específico.

Detalló que tras haber sido capturado Ovidio Guzmán López, hijo del  “Chapo” Guzmán, grupos de la delincuencia organizada rodearan la vivienda en que se registró la detención mientras otros delincuentes realizaron acciones violentas en contra de la ciudadanía en diversos puntos Culiacán, Sinaloa, lo cual generó una situación de pánico.

Hombres armados por toda la ciudad

“Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense, los funcionarios del gabinete de Seguridad acordamos suspender dichas acciones. Igualmente tomamos la decisión de trasladarnos a la ciudad de Culiacán para conducir personalmente las acciones correspondientes”, indicó el funcionario en un video, con una duración aproximada de 2 minutos, difundido en Twitter.

El mensaje lo trasmitió acompañado por los titulares de Sedena, Luis Cresencio Sandoval González; Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda Durán; de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio y del Centro Nacional de Inteligencia, Audomaro Martínez Zapata. Y  ratificó el “compromiso” del Gobierno mexicano “de continuar su lucha contra la criminalidad hasta alcanzar la paz y la seguridad de todos los mexicanos”.

 

LÓPEZ OBRADOR

La noche del mismo jueves 17 de octubre, a su llegada al Aeropuerto de Oaxaca, reporteros preguntaron al Presidente Andrés Manuel López Obrador si cancelaría la gira por los hechos en Sinaloa y le pidieron información.

Su respuesta fue que el gabinete  de seguridad ya había informado y cualquier dato que desearan de su parte sería proporcionado hasta la mañana del viernes 18 de octubre, en su acostumbrada conferencia de presa.

 

SOLO RECLAMADO POR EU

En México no existen órdenes de aprehensión contra Ovidio Guzmán. Estados Unidos le fincó cargos por conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana. Su hermano Joaquín Guzmán López “El Güero Moreno” tramitó recientemente un amparo en Jalisco y no existen órdenes de capturarle. Los medios hermanos del apodado “El Ratón”, los Guzmán Salazar, conocidos como “Los Chapitos”, también son buscados por la justicia norteamericana

En febrero de 2019, el Departamento de Justicia norteamericano dio a conocer que tanto Ovidio como su hermano Joaquín, tienen cuentas pendientes en la Unión Americana por actividades ilícitas que habrían cometido entre abril de 2008 y abril de 2018.

Debido a lo anterior, la Fiscalía de Distrito Este de Nueva York formuló acusación ante el Juez de Distrito, Rudolph Contreras, en contra de los Guzmán López por su presunta participación en los cargos de conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana a EU.

El anuncio realizado en el segundo mes de 2019 fue encabezado por el agente especial a cargo, Scott Brown, de la Oficina de Campo de Arizona, de las Oficinas de Inmigración y Control de Aduanas del vecino país del norte; y Brian A. Benczkowski, asistente del fiscal general de la División Penal del Departamento de Justicia.

Ya desde antes, el 12 de mayo de 2012, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos había anunciado la designación de Ovidio Guzmán López y su medio hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar, junto a otras dos personas en la lista de cabecillas del narcotráfico.

El gobierno norteamericano consideró a los boletinados como “agentes clave” en la estructura del Cártel de Sinaloa que operaba “El Chapo” Guzmán. Los otros dos eran Noel Salgueiro Nevárez, jefe de plaza en Chihuahua y Ovidio Limón Sánchez, que operaba en el Noroeste del país para la organización.

El objetivo, dijo entonces la OFAC, era embestir a las personas que facilitaban las operaciones del grupo criminal, incluida la familia del capo sinaloense y en coordinación con las autoridades mexicanas. Por ello prohibieron a los estadounidenses realizar transacciones comerciales o financieras con ellos.

De Ovidio Guzmán se dijo que jugaba un papel importante en las actividades de narcotráfico de su padre, aunque no se aclaró cuáles en concreto. De Iván “El Chapito”, recordaron que fue arrestado en 2005 en Zapopan, Jalisco por cargos de lavado de dinero, pero un año después fue liberado por autoridades judiciales.

Las autoridades mexicanas no contaban con una orden de aprehensión en concreto contra Ovidio ni contra sus consanguíneos, pues recientemente Joaquín Guzmán López “El Güero Moreno” promovió un juicio de amparo indirecto en la Ciudad Judicial de Zapopan, Jalisco, previendo algún mandamiento de captura dictado en su contra. La respuesta de jueces y Ministerio Público federal fue que el acto reclamado es inexistente.

 

OVIDIO EN TWITTER

De acuerdo a la investigación, en 2014 Ovidio Guzmán concedió, vía Twitter, una entrevista a Seprin, un blog de noticias de Argentina, dando cuenta de la organización liderada por su padre, “El Chapo” Guzmán.

 

Muertos, balaceras y sangre durante la tarde y noche del jueves 17 de octubre; la comunidad quedó atrapada en medio del fuego cruzado entre autoridades y el Cártel de Sinaloa.

“Yo no soy de lujos y ni de carros deportivos, a mí me gustan los caballos y los gallos finos, siempre con una y con otra me verán pasear (sic)”, habría expresado Guzmán López.

Fue durante esta supuesta entrevista en la que señaló: “Mi ‘pa ha puesto muchos presidentes y no nomás de México, él ha repartido dinero por todos lados (…) en todos los gobiernos (sic)”, afirmación que causó gran polémica.

Ovidio, Joaquín, Grisella Guadalupe y Edgar Guzmán, son hijos del segundo matrimonio de Joaquín “El Chapo” Guzmán y Griselda López Pérez. Edgardo Guzmán fue abatido a balazos el 8 de mayo de 2008, en el estacionamiento del centro comercial del Desarrollo Urbano Tres Ríos en Culiacán, en un enfrentamiento con miembros del Cártel de los Beltrán Leyva.

A DOS MESES DE SER SENTENCIADO “EL CHAPO” CAE SU HIJO

El 17 de julio de 2019, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años de prisión al encontrársele culpable de diez cargos, incluidos delitos por tráfico de drogas y lavado de dinero en el llamado “juicio del siglo” en una Corte de Nueva York.

Exactamente dos meses después de aquel día en que el juez Brian M. Cogan lo sentenció también a pagar 12 mil 166 millones 191 mil 704 dólares, elementos de la Sedena y la Guardia Nacional detuvieron a su hijo, Ovidio Guzmán López, en Culiacán, Sinaloa.

Durante el fin del proceso judicial en la Corte del Distrito Este de Nueva York, “El Chapo” Guzmán, de 62 años, se quejó de tratos inhumanos recibidos a lo largo de 30 meses en custodia estadounidense, después de su extradición, ocurrida luego que el 8 enero de 2016 fuera capturado por segunda vez en el sexenio de Enrique Peña Nieto tras haberse fugado el 11 de julio de 2015 del penal de Altiplano en el Estado de México. Lugar donde permaneció desde que el 22 de febrero de 2014 fuera aprehendido por elementos de la Secretaría de Marina en Mazatlán, Sinaloa.

La carrera delictiva de Loera Guzmán iniciaría en la década de 1960, cuando comenzó a plantar marihuana en Sinaloa. Diez años después ya trabajaba con Miguel Ángel Félix Gallardo, líder del Cártel de Guadalajara en el trasiego de droga hacia la frontera con EU.

Una vez que Félix Gallardo fue capturado, la organización criminal que dirigía se dividió y “El Chapo” tomó el control del Cártel de Sinaloa. Tiempo después, como resultado de la rivalidad entre Guzmán Loera y los hermanos Arellano Félix, del Cártel de Tijuana, en mayo de 1993 se produjo una balacera en el Aeropuerto de Guadalajara.

En el suceso murieron siete personas, entre ellas el Cardenal Arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo, luego que versiones aseguraran que hombres del Cártel de Tijuana intentaron asesinar al capo sinaloense.

Fuga de reos en Culiacán

 Al mismo tiempo que se suscitaron las balaceras a raíz de la detención de Ovidio Guzmán López, hijo del ex líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, se registró una fuga de reos en el penal de Aguaruto en Culiacán.

El secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo, informó que varios internos del centro de reclusión pudieron escapar durante los incidentes entre grupos armados y las autoridades.

Aún no se informa el número exacto de fugados,  pero se estima entre 20 y 50 personas.

Por medio de videos difundidos en redes sociales, se observa que pueden ser más, dado a que despojaban a personas de sus vehículos para escapar.

También se puede ver cómo los sicarios utilizan armas largas, lanzagranadas y torretas Barrett calibre 50 en los diversos enfrentamientos registrados por toda la ciudad.

El funcionario de Seguridad Pública declaró que por lo menos cuatro de los reos fueron recapturados y se desplegó un operativo para lograr la detención de los faltantes, aunque desafortunadamente, dos custodios del penal perdieron la vida.

Las autoridades de Sinaloa hicieron un llamado a la población a mantener la calma, no salir a las calles y estar muy pendientes de avisos oficiales sobre el desarrollo de estos acontecimientos.

Incluso las actividades de deportivas y de espectáculos han sido suspendidas por el momento, como el encuentro de futbol entre Dorados de Sinaloa y el Atlante, correspondiente a la Jornada 10 del Torneo Apertura 2019 de la Liga de Ascenso MX.

En junio de ese año, “El Chapo” fue detenido en Guatemala y extraditado a México, donde fue sentenciado a 20 años en la prisión de máxima seguridad en Almoloya, Estado de México. Dos años después fue traslado al penal de Puente Grande, de donde logró escapar en un carrito de lavandería en 2001, año en que se convirtió en la segunda persona más buscada por el Buró Federal de Investigación estadounidense.

Según versiones, el capo -oriundo de La Tuna, Badiraguato- tendría alrededor de 13 hijos con diferentes mujeres. Uno de ellos, Édgar, fue asesinado en un estacionamiento en Culiacán en mayo de 2008.

De acuerdo con información de la Fiscalía que lo acusó en la Corte de Nueva York, “El Chapo” traficó por mar, tierra, aire y túneles en la frontera entre México y Estados Unidos 528 toneladas de cocaína, con un valor estimado de 11 mil 810 millones de dólares, así como 423 toneladas de marihuana por 846 millones de dólares, y 202 kilos de heroína por 11 millones.

En 2009, la revista Forbes incluyó al narcotraficante mexicano en su lista de las personas más ricas del mundo, al calcularle una fortuna de mil millones de dólares.

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