El acontecimiento más importante de Mesoamérica y, que le cambió el rumbo en 360 grados, fue, sin duda, cuando llegaron los conquistadores españoles. Precisamente, el próximo 22 de abril de 2019, se cumplirán 500 años de la llegada de los primeros europeos a México. Para entender mejor este acontecimiento creo que debemos conocer un poco la vida y trayectoria de Hernán Cortés, cuyo nombre completo era Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, se sabe que el nacido en Extremadura, España, era un ferviente católico, creyente de la Virgen María. Estudió Leyes un par de años en la Universidad de Salamanca, donde también aprendió el oficio de escribano, pero lo suyo era la aventura e ir a conocer el Nuevo Mundo.
El inquieto Hernán Cortés logró su cometido al embarcarse, cuando apenas tenía 19 años, en una flota con dirección a Santo Domingo, conocido entonces como “La Española”. Ahí se desempeñó como soldado y escribano, acompañó a Diego Velázquez en la conquista de Cuba, después de varios años, la isla le quedó chica y la ambición grande, así que logró convencer al Gobernador Velázquez para ir en busca de la expansión del dominio de la corona del reino de Castilla. Cortés tenía 34 años de edad cuando salió de Cuba rumbo a la “isla” de Yucatán, en febrero de 1519. Zarpó con once naves, cerca de seiscientos hombres, caballos y una gran cantidad de armamento, incluidos algunos cañones.
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Dentro de la expedición llevó hombres de diferentes calidades y procedencias: soldados jóvenes y viejos, marineros, caballeros, hidalgos, jinetes, artesanos, carpinteros, esclavos negros, un par de religiosos e incluso un astrólogo, Blas Botello y sus incondicionales Pedro de Alvarado, Francisco de Lugo y Gonzalo de Sandoval.
Primero llegó a Yucatán, donde tuvo una primera escaramuza con los mayas, ahí le llevaron a un hombre flaco, de origen español y religioso, Jerónimo de Aguilar, quien hablaba maya y español, así que fue una adquisición importante para Cortés, porque fue el puente para traducir y comprender a las civilizaciones “extrañas” del Nuevo Mundo, como les llamaba.
Avanzando poco a poco, llegó la expedición a lo que hoy es Tabasco. Es en Centla donde se libró la primera batalla, saliendo victoriosos los invasores, los vencidos le ofrecieron varias mujeres indígenas para que les prepararan tortillas de maíz (alimento desconocido para ellos), entre las mujeres estaba Malintzin, también conocida como la Malinche, una bella joven de 15 años que hablaba maya y náhuatl, siempre acompañó a Cortés porque le ayudaba a interpretar gestos y a traducir, de hecho tuvieron un hijo, al que llamaron Martín.
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Siguió avanzando con cautela hasta que, el 22 de abril de 1519, Hernán Cortés y sus soldados recién desembarcados, fundaron el 1er. Ayuntamiento de América en la Villa Rica de la Vera Cruz. La orden de Cortés de establecer ese Ayuntamiento fue la manera para desligarse de quien lo envió, el Gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, quien pasó de ser su compadre a su archienemigo hasta el fin de sus días.
Es innegable que con el arribo de Hernán Cortés a nuestro territorio llegó un idioma nuevo, la Religión Católica y una cultura que se fundió con las culturas indígenas en una mezcla que aún persiste. Se pudiera decir que es el origen de nuestra “mexicanidad” y cómo no, si fueron 302 largos años de dominio de la Corona Española en México. El yugo español nos lo quitamos los mexicanos hasta que se consumó la Independencia en 1821.
Cortés fue un tipo que estuvo en buena parte del territorio nacional. Esperaba que le dieran varios títulos por haber conquistado el imperio Mexica, pero la Corona solo le otorgó el título de Marqués del Valle de Oaxaca. Tuvo una hacienda en Cuernavaca donde pasaba temporadas, varias veces estuvo en Acapulco, y fue por él que bautizaron a una de las bahías como la de Puerto Marqués, también estuvo en la península de Baja California, concretamente en La Paz, B.C.S., a donde fue en busca de perlas, sus enviados fueron los que descubrieron el Golfo de California, también llamado Mar de Cortés, precisamente en su honor.
Atentamente,
Álvaro Montaño Rubio.
Autor de “Welcome to Tijuana”.
