No existe la menor duda de que tanto los que rechazan, sin tapujos, la reducción de la jornada laboral (como Carlos Slim, la COPARMEX, el CCE, y otros del mismo pelaje), así como los que se muestran “simpatizantes”, son todos ellos enemigos a ultranza de la clase obrera. Unos disfrazados y otros sin disfraz.
El sátrapa del Partido Morena, López Obrador, con gran alarde calificó de “histórico” el reciente aumento al salario mínimo que la clase patronal burguesa, a través de la CONASAMI (Comisión Nacional de los Salarios Mínimos), le aventó a la clase obrera.
Milei no es ningún chiflado. Es un ultraderechista franco. Un hitleriano sin careta; hoy, por mandato de la oligarquía financiera, candidato presidencial “ganador” del reciente circo electorero argentino.
Solamente el hombre honrado y juicioso, y sobre todo el obrero consciente, no se vende ni sigue tras la cola de reconocidos criminales. Al contrario, los pone en la picota y los combate con fuego ardiente. Las migajas no erradican la esclavitud ni la pobreza.
Todavía existen en el país insensatos que afirman que el sátrapa del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es un hombre patriota y que defiende a todo trance la independencia y la soberanía nacional. ¿En qué mundo vivirán estos cretinos?
“Los demagogos son los peores enemigos del pueblo”.
-V. I. Lenin, ¿Qué Hacer? (1902).
Hay personas, sobre todo de la clase media pequeñoburguesa, que presumen ser...