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lunes, mayo 6, 2024
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Las votaciones: Un carnaval de vendepatrias

“Sólo los rufianes o los tontos pueden asegurar que la clase obrera debe primero conseguir ser la mayoría en el parlamento burgués, a través de las votaciones, realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe conquistar el poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases (el combate del proletariado contra sus explotadores) y remplazar la revolución socialista por votaciones bajo el viejo régimen burgués, bajo el criminal poder de los explotadores capitalistas”.

-V. I. Lenin. Saludos a los comunistas italianos, franceses y alemanes, 1919.


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Para los verdaderos marxista-leninistas-stalinistas no existe la menor duda: Claudia Sheinbaum será el próximo capataz que el gran capital (esto es, los omnipotentes monopolios extranjeros) impongan como presidenta del actual feudo colonial que es actualmente México.

Quien tenga ojos para ver podrá darse cuenta que el actual Estado colonial mexicano no es sino un régimen gorila. Gorilato al estilo del sanguinario dictadorzuelo peruano Alberto Fujimori, un presidente “civil” vestido de riguroso frac rodeado de un feroz Estado Mayor nazifascista. Oficialidad militar “asesorada” por el pentágono norteamericano.

No es nuestro país el “primer socio” comercial del imperialismo yankee. No. México actualmente es la colonia número uno de EEUU. El régimen morenista ha superado a los anteriores vendepatrias del PRI y del PAN.


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Vanagloriarse de ser el “primer socio comercial” de Washington es un proceder propio de arrastrados lacayos. México es la nueva Irlanda, el otrora enclave, empobrecido y saqueado por el imperialismo inglés durante el siglo decimonónico.

Asimismo, bajo el manto de “guerra al crimen organizado” se ha militarizado el territorio nacional. Implantando un Estado de sitio de facto para mantener sometidos a los millones de esclavos asalariados.

Mientras los grandes gerifaltes del grupo de trusts bancarios que mueven los hilos de esa diabólica empresa no son tocados ni con plumeros. Nunca, nunca, se verá que algún gobierno de “izquierda” o de derecha ausculte o realice un arqueo a trust alguno de la banca internacional.

Continuemos. EL Instituto Nacional Electoral (INE) no es sino la maquinaria a través del cual la clase rica burguesa lleva a cabo, de tiempo en tiempo, el bufonesco show electorero. Que tenga muchos o pocos votos un candidato, que “gane” o “pierda”, no lo decide nadie más que la clase capitalista que detenta el poder.

Una cosa son los ilusos (aturdidos por la propaganda nazi-goebbeliana) que acuden a votar, y otra cosa es la última palabra que pronuncien los capitostes del INE. Capitostes que acomodaran sufragios al gusto de sus amos, los todopoderosos banqueros e inversionistas extranjeros.

Elecciones libres y verdaderamente democráticas sólo pueden ser posibles bajo un régimen libre y popular, no bajo un Estado burgués. Bajo una dictadura.

Fiel testimonio de esa repugnante farsa han sido los innumerables fraudes. Por ejemplo: 1988, imposición del priista Carlos Salinas de Gortari; 2006, usurpación del pigmeo panista-fascista Felipe Calderón; 2012, imposición del chacal de Ayotzinapa, el priista Enrique Peña Nieto.

Señalamos los más escandalosos. Pero todas, absolutamente todas las demás votaciones tienen el mismo sello. No olvidemos. Lázaro Cárdenas, uno de los ídolos de AMLO, impuso a través del fraude al fascista Manuel Ávila Camacho. Y reprimió con saña a los que protestaron.

Hemos señalado con anterioridad que la candidata del partido Morena, Claudia Sheinbaum, será la elegida por los omnipotentes financieros para que ocupe el trono que deje López Obrador. La “frialdad” que le demostraron los banqueros días atrás, fue pura finta. Con esa misma “frialdad” trataron a AMLO en 2018. Y éste los amenazó con no volverles a “amarrar al tigre” (es decir, sofocar el descontento popular) como en 2006 y 2012.

La panista Xóchitl Gálvez, es sólo el patiño del decadente circo. La hoy rugiente leona al final reconocerá su derrota. Y se retirará a su madriguera. Tal y como lo hizo su compinche Ricardo Anaya en 2018.

Es un hecho innegable: todavía el partido Morena y el sátrapa López Obrador tienen algo de crédito ante las masas. Las limosnas, es decir, los “apoyos” monetarios a los ancianos y a otros sectores paupérrimos han surtido efecto.

Somos de la opinión que de los “30 millones” de votos que a López Obrador en 2018 le adjudicó el INE del priista Peña Nieto, en esta ocasión, tal proporción sufrirá una manifiesta reducción. Asimismo, la cantidad de diputados y senadores de Morena se verá mermada.

La “oposición” oficial burguesa será recompensada con creces. Su número de diputados, senadores, etcétera, aumentará. He ahí el repugnante y reaccionario “contrabalanceo” hecho para confundir al pueblo. Sin embargo, todos esos “arreglos” que llevan a cabo los todopoderosos capitalistas, al proletariado y a las masas miserables les importa un comino.

La clase obrera pronunciará su dictamen de manera contundente: ¡Abajo con el reaccionario circo electorero!  Y lo hará a través del abstencionismo. Boicot espontáneo que será mayúsculo. Como lo ha sido en la mayoría de las ocasiones en que la burguesía ha levantado su carpa circense.

Que “gane” la panista o la morenista para los esclavos asalariados no significa nada. Tanto una como la otra seguirán siendo fieles cancerberos de los imperialistas-inversionistas extranjeros.

Hay sectas de pequeñoburgueses (“socialistas” y “comunistas”) que predican que hay que “cerrar filas” ante la avalancha derechista que representa Xóchitl Gálvez. Imbéciles.

Ni Morena ni el PT, ni mucho menos el Partido Verde Ecologista, tienen un átomo de verdadera izquierda. Ni tan siquiera a patriotas llegan. Son los tres unos malditos mussolinianos.

Hay otras organizaciones de izquierda que convocan a un “boicot electoral”. Decía Carlos Marx: “Diciendo y haciendo, ¿qué esperan? Pura pose”. La mayoría de ese frente antielectoral son pequeñoburgueses “radicales”. Años atrás, no hay que olvidar, eran fanáticos amloístas. Tan derechista es Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez y secuaces.

Esos “comunistas” (como el FPR y el PCM) que desde décadas atrás han respaldado abiertamente a la criminal socialdemocracia (PRD, PT y Morena) son unos miserables paleros, a los cuales hay que arrancarles la máscara.

Los verdaderos marxistas-leninistas-stalinistas atizaremos la lucha de todo el pueblo pobre contra el Estado burgués colonial. Agitaremos y llevaremos la propaganda revolucionaria socialista a los obreros. Denunciaremos amplia y resonantemente el reaccionario y grotesco circo electorero. Nada ni nadie nos detendrá.

Atentamente,

Javier Antuna.

Correo: triunfocomunista@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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