En el mes de junio se lleva a cabo la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Travesti, Transexuales, Intersexual, Queer y las demás personas de la diversidad sexual), y alrededor de esa fecha relevante se hacen diferentes manifestaciones y eventos que recuerdan y reconocen los derechos humanos de una parte de la población que ha vivido discriminación, exclusión y rechazo.
La libertad de expresión es un derecho humano establecido por el marco jurídico nacional e internacional que comprende tanto la libertad de expresar el pensamiento propio, como el derecho a buscar, recibir y difundir información e ideas.
Cada 6 de abril se celebra el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz; con esta celebración mundial, promovida por la ONU, se procura una conciencia que posibilite reconocer el papel positivo del deporte y la actividad física en las sociedades y en la vida.
Iniciamos el mes de marzo, el que algunas personas llaman el mes de las mujeres, por lo que me resulta pertinente regalarnos información y algunas reflexiones que acerquen a las mujeres, a las adolescentes y a las niñas a la tan ansiada paz y a la vida libre de violencia; porque son nuestros derechos y sin ellos difícilmente podemos gozar de otros derechos, resultando prácticamente imposible la vida digna.
Como sociedad necesitamos del progreso y la justicia social, sin que las diferencias entre las personas sean un factor de riesgo para la exclusión, la discriminación o la desventaja, social, laboral o educativa, sino más bien, una oportunidad en la diversidad.
El 21 de diciembre de 2020, la Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU) mediante la resolución 75/200 proclamó el 4 de febrero como el “Día Internacional de la Fraternidad Humana”, tomando como antecedentes la resolución 36/55 del 25 de noviembre de 1981, en la que se proclamó la Declaración sobre la Eliminación de Todas las Formas de Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión o las Convicciones; y la resolución 72/130 del 8 de diciembre de 2017, en la que declaró el 16 de mayo Día Internacional de la Convivencia en Paz.
Las primeras publicaciones periódicas comienzan a surgir en el año 1440 con la invención de la imprenta; la primera publicación impresa similar a las que hoy conocemos apareció en 1529 en Viena.
Tutu comenzó a ser reconocido en los 80’s por su lucha contra el Apartheid -conjunto de leyes o prácticas que establecen un sistema desigual que discrimina y segrega a la población afrodescendiente-, impulsó el movimiento para poner fin a la política de segregación racial y discriminación impuesta por el gobierno -descendientes de los colonos europeos-, que querían mantener sus privilegios frente a la población autóctona.
En México y ejemplarmente en Baja California, la paridad de género ha revolucionado en gran parte la política; no solo ha cambiado los rostros “públicos”, sino también las formas de interactuar en los procesos de ejercicio de democracia. Sin embargo nos falta mucho para la democracia paritaria.
Este 1 de noviembre comenzó el periodo constitucional de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, comprendido del 2021 al 2027, convirtiéndose en la primera mujer en presidir el Poder Ejecutivo local; cargo que desempeñará, además, estando embarazada y ejerciendo la maternidad. Hito en la historia de nuestro Estado, que forma de la reivindicación de la igualdad entre mujeres y hombres que rompe con el conservadurismo histórico de Baja California, el cual excluyó históricamente a las mujeres.