La incapacidad para combatir la violencia por parte de autoridades bajacalifornianas y sonorenses, provocó que agrupaciones delictivas tuvieran menor preocupación por exhibir su poderío al momento de perpetrar sus crímenes, donde pasaron de asesinatos aislados en zonas despobladas, a comandos armados que acribillaban indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños
Los dos primeros años de la llamada Cuarta Transformación en Mexicali, se han convertido en los más violentos de la historia en materia de homicidios, desde que comenzó a documentarse y publicarse la incidencia en el año 2006.
La zona limítrofe entre Mexicali, Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, está convertida en un oasis para la delincuencia. Los sicarios cometen crímenes en un municipio y huyen al otro, sacando ventaja de la falta de comunicación y la desastrosa coordinación entre las autoridades de ambas entidades federativas.