La familia pudo escapar de sus captores y llegó a una iglesia a pedir ayuda. Los cuatro tenían huellas de violencia como marcas de ataduras y golpes en la cabeza
La presencia de embarcaciones de gran calado depredando sin intervención de autoridades correspondientes, indignó a sectores ante decomisos que enfrentan pescadores ribereños en municipios como Los Cabos