Al estilo Werner Herzog, con una visión mucho más audaz que la de Robert Eggers en “La Bruja”, el alemán Peter Brunner ha dejado en claro aquí que es un genio, con una película de horror que poco tiene que ver con una posesión demoníaca, y se concentra más en explorar el daño que una vida marginal puede ocasionar en la psique de un ser humano.
Esta es una buena razón para ir al cine. Dirigida por Robert Eggers, esta épica vikinga vuelva con la poderosa sobriedad que caracteriza a este realizador de “La Bruja” y “El Faro”, donde los personajes, la brutalidad de la historia y las actuaciones son fascinantemente envolventes y, además, siempre encuentra a los actores perfectos.
Celine Sciamma es, sin duda, una de las mejores realizadoras del cine francés en estos momentos, lo cual ya se veía desde “Portrait of a Lady on Fire”.
Vaya comedia romántica de enredos que tenemos aquí. Peter (Charlie Day) acaba de romper con su novia Anne (Gina Rodriguez), mientras que Emma (Jenny Slate) terminó su noviazgo con Noah (Scott Eastwood).
De todas las nominadas en el rubro de Mejor Película para el Óscar, esta es la más débil., y todo porque curiosamente en 1996, Caroline Link dirigió una cinta con el mismo tema: una familia de sordomudos con una hija que no tiene esta discapacidad, pasa su infancia fungiendo como la intérprete en casa con el mundo exterior y, llegada la adolescencia, busca su propio camino en la música.
Resulta difícil destacar un solo elemento de esta estupenda adaptación del clásico shakesperiano. Claro que está la actuación del nominado Denzel Washington, por supuesto que la dirección de Joel Coen es magistral y luego hay que sumar una fotografía espectacular en blanco y negro que ensombrece la atmósfera a la perfección.
Angela Childs (Zoë Kravitz) es una joven de estos tiempos. La tecnología es su forma de vida, su empleo, su sustento, su única manera de comunicarse con el mundo. Es agorafóbica.
Basado en una historia de Haruki Murakami, Ryusuje Hamaguchi ha hecho una obra maestra con la travesía de Yusuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima) y la joven Misaki Watari (Toko Miura), quien tiene la encomienda de conducir su Saab rojo al festival de teatro de Hiroshima, donde el renombrado actor, vuelto director, montará “El pequeño Vanya”, de Chejov.