Esta es una cinta extraña en la que funciona el elenco, pero no la historia, el guion, vaya. Por eso no sorprenden, para nada, las nominaciones al Oscar para Nicole Kidman, Javier Bardem y J.K. Simmons. Ellos son la película.
Es sumamente difícil mantener la atención del público, cuando el final de la historia se sabe de antemano. Este, por supuesto, es el caso, y el resultado es simplemente fenomenal.
No hay duda de la extraordinaria capacidad de Olivia Colman para construir un personaje creíble y llevar sobre sus hombros una película. La actriz acaba de hacer precisamente esto de nuevo en una película dirigía por Maggie Gyllenhaal, basada en la novela de Elena Ferrante, sobre una mujer que de pronto se obsesiona con una joven madre y su pequeña hija.
Adam McKay es un realizador que no agrada a todos los gustos, esto quedó muy claro con “The Big Short”. Su sátira es un tanto evidente y podría discutirse que debido a eso, tiende a perder el ingenio
El chiste de esta película de Jane Campion es el final. Mientras tanto, lo que se valora es la interpretación que el británico Benedict Cumberbatch hace de Phil Burbank, un vaquero solitario cuya vida es trastornada cuando su hermano George (Jesse Plemons) se casa con Rose Gordon (Kirsten Dunst).
En esta interesante cinta dirigida por Ridley Scott, el personaje central no es Maurizio Gucci -pese a que Adam Driver es quien lo interpreta-, sino Lady Gaga, encarnando estupendamente a Patrizia Reggiani, la mujer de origen humilde y ambiciones desmedidas que desencadenó el trágico desenlace de la afamada familia.
Lin-Manuel Miranda acaba de elaborar una joya como director con esta adaptación del musical autobiográfico de Jonathan Larson que revolucionó el teatro desde Broadway, en sus tiempos, con el lanzamiento de “Rent”.
Will Smith va directo a las nominaciones y no todo se le debe a él. En gran parte, el acierto es el detallado cuadro que Reinaldo Marcus Green trazó de Richard Williams, el polémico entrenador y padre de las ya legendarias tenistas Serena y Venus.