Caifanes llegó a la Plaza de Toros de Playas de Tijuana la noche del 8 de noviembre con un rotundo sold out, reuniendo a más de 20 mil asistentes que se dieron cita para revivir los himnos del rock mexicano en un concierto que desbordó energía, nostalgia y pasión por una de las bandas más emblemáticas del país en su gira del 2025.
Alrededor de las 7:00 p.m., cientos de fanáticos —en su mayoría de entre 30 y 50 años— comenzaron a formar filas. Entre el frío y la emoción, se podían ver camisetas, frazadas y bandanas con el nombre de la banda que se vendían a las afueras del recinto, mientras la expectativa crecía minuto a minuto.
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Sin teloneros y con una puntualidad impecable, a las 9:25 p.m. Alfonso André, Saúl Hernández, Diego Herrera, Rodrigo Baills y Marco Rentería estallaron el escenario con los primeros acordes de “Aquí no es así” lanzado en 1994. El público respondió con una ovación ensordecedora y gritos de emoción que marcaron el inicio de una noche mágica.
Luego, la banda se trasladó a su álbum Caifanes con “Amanece”, y para la tercera canción regresaron a los noventa con “Detrás de ti”, momento en el que Saúl Hernández dirigió por primera vez la palabra al público tijuanense:
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“Muchas gracias por estar aquí raza, Dios los bendiga.”
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El concierto continuó con un poderoso solo del bajista Marco Rentería, que sirvió como puente hacia una cuarta pieza llena de fuerza y guitarras potentes. Le siguieron clásicos como “Miedo” y “Fin”, esta última escrita por Hernández durante su etapa con Jaguares, grupo sucesor de Caifanes.
En su segundo momento de interacción con el público, la banda dedicó un espacio para reflexionar sobre la violencia de género en México. Saúl Hernández pronunció unas palabras que fueron recibidas con respeto y aplausos:
“Pensando en ti mujer. Durante mucho tiempo tu intelecto, tu trabajo fue menospreciado pendejamente. No necesitamos más hombres, necesitamos menos machos.”
Mientras sonaba “Viaje Astral”, también del repertorio de Jaguares, las pantallas proyectaban imágenes de mujeres excepcionales como Elena Poniatowska, generando uno de los momentos más emotivos de la noche.
El público vibró con temas infaltables como “Afuera”, “Viento” y “La célula que explota”, coreadas por todos los rincones del recinto.
Tras casi dos horas de concierto, Caifanes cerró su presentación con “La Negra Tomasa”, desatando una euforia colectiva que dejó claro que, aunque pasen las décadas, el espíritu del rock mexicano sigue vivo cada vez que Caifanes pisa un escenario.
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