De Trez en Trez
Uno.- Cierto, la elección del pasado domingo de ministros, magistrados y jueces mediante el voto popular resultó exitosa…
Pero para el partido en el poder, sus simpatizantes y los que resultan beneficiados con ese “quítate tú, para ponerme yo”.
Rosa Isela Rodríguez (periodista que lo mismo la ponen en Puertos y Marina Mercante, o en Seguridad Nacional y ahora en la Secretaría de Gobernación) se refirió el lunes anterior al proceso que calificó de ejemplar, inédito y que cumplió con las expectativas.
De pasada, y fiel a la costumbre en los gobiernos de la 4T, afirmó más de dos mentiras.
Doz.- Pues no, no fue ejemplar. El proceso estuvo plagado de irregularidades e ilegalidades que ya se han citado y el INE le hizo “al Tío Lolo”; desde su origen, la reforma del Poder Judicial es una planeada venganza con el propósito de adueñarse de él.
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Inédito sí que lo fue porque es la primera vez que se realizó en nuestro país y ahí están las consecuencias; habrá que ver con cuáles “expectativas” cumplió. Por ahí va el discurso oficial tratando de convencer que fue un éxito para todos, cuando en realidad no fue así. Tendremos ministros y ministras “de acordeón”.
No es cierto (como lo afirmó la secretaria de Gobernación) que los ciudadanos “se pusieron a estudiar, hicieron un ejercicio de revisión y, con conocimiento de causa, emitieron su voto.” La mayoría lo hizo a ciegas y mal; pocos se informaron de los perfiles de los candidatos y luego acudieron al “acordeón”.
No fue “un avance para la democracia en México”; al contrario, fue un retroceso en el que salieron a relucir las trampas que nos hicieron creer habían quedado atrás. Tampoco “fue un proceso innovador que generó interés en los participantes”, pues apenas si votaron 13 millones de un total de 100 millones 537 mil 828 ciudadanos con derecho a votar, es decir en números redondos un 13% de participación ciudadana a la que habría que agregar el número de votos nulos, que fue mayor al 22%, con lo que la participación real queda apenas arriba del 8%.
Trez.- Éxito para la 4T sí fue, porque a pesar de la escasísima votación, la reforma va porque va. Así hubiera votado el 1%, la “oposición” poco pudo hacer para evitarla; con el ejecutivo y el legislativo en poder del régimen gobernante, su margen de maniobra es casi nulo, se enfrenta a la “aplanadora morena”, construida también con sobrerrepresentación tramposa.
El voto popular para elegir a juzgadores no garantiza acabar con la corrupción, entre otras tantas acciones, una reforma verdadera tendría que abarcar también a las fiscalías, esas que dicen “son autónomas”, pero sólo en el papel.
En la semana se están dando los resultados de esta elección (otra particularidad negativa), pero ya se sabía desde el principio que por lo menos 6 de los 9 virtuales ministros electos de la SCJN están identificados y apoyados por Morena. Faltan los resultados completos de los demás cargos a elegir en los que el mismo Gobierno Federal y los gobernantes estatales tienen su “corazoncito” bien puesto con muchos candidatos, algunos de ellos sin rival.
P.D.- ¿Dejarán a Hugo Aguilar Ortiz presidir la SCJN o buscarán la forma de favorecer a alguna de las ministras en funciones (Lenia, Yasmín o Loretta) para que la presida?
P.D.2.- En 2027 vendrá la segunda parte de esta elección “corregida y aumentada.”
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: [email protected]
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