Ante las amenazas del presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, de imponer aranceles a importaciones mexicanas, se mantiene un ambiente de tensión comercial en toda la República y Baja California Sur, como han expresado líderes empresariales y autoridades, no es la excepción.
El gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, ha reconocido anteriormente que la imposición de impuestos a productos que se exporten desde Baja California Sur a EE.UU. traería graves consecuencias a la economía.
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En este escenario, reiteró su respaldo a la intervención internacional de la presidenta, Claudia Sheinbaum Prado, ante las negociaciones que han permitido aplazar la aplicación de aranceles por parte del gobierno del país vecino.
Lo anterior al recordar que los mandatarios adscritos a la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago) ya han firmado un acuerdo para externar públicamente su respaldo a la titular del Poder Ejecutivo Federal.
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“Colaboración sí, sumisión no, México es un país libre, es un país soberano y vamos a defender hasta el tope con todo lo que tenemos”, declaró.
Con respecto al evento público al que convocó la presidenta en el Zócalo de la Ciudad de México (CDMX), Castro Cosío aseguró que cada uno de las y los funcionarios que asistieron a la concentración pagó sus boletos de avión y sus viáticos.
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En ese sentido, insistió en que este evento no era un acto innecesario como lo calificó la oposición, sino un ejercicio de transparencia ya que se informó al pueblo sobre un hecho trascendente para México.
Cabe recordar que, en el caso de Baja California Sur, líderes del sector empresarial han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que Trump aplique esta medida comercial.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la entidad, Paul Valdiviezo, enfatizó que productos como el abulón, el tomate cherry, la langosta y el espárrago serían de los principales afectados.
Además de que, explicó, un impuesto adicional del 25 por ciento impediría que las productoras sudcalifornianas usen a EE.UU. como trampolín para llegar a países de Europa y Asia.
Esta situación, advierte, podría afectar principalmente en la demanda de los productos lo que en determinados plazos golpearía a la plantilla laboral y otras áreas que se deben cuidar en las empresas y cooperativas para que sigan operando.
