Tiene dos nominaciones al Óscar en las categorías Mejor Largometraje Animado y Mejor Película Internacional, y ambos reconocimientos son justos y muy merecidos.
Esta joya letona es el fruto de un genio de la animación llamado Gints Zalbalodis que ya nos había dado un adelanto de lo que habría de venir con “Away”, su cinta anterior sobre un niño y un ave que intentan encontrar el camino a casa.
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Ahora, el protagonista es un adorable gato negro que ve destruido su hogar por una inundación catastrófica. La obvia referencia al cambio climático viene acompañada de una travesía que inevitablemente recuerda el Arca de Noé, pero esta vez no hay un ser humano responsable de la sobrevivencia de las especies, sino un felino, un pájaro secretario, un perro labrador, un capibara y un lémur que encuentran refugio en un navío y juntos forman una comunidad que con amistad, empatía, colaboración y amor supera la adversidad.
Nada es superficial aquí, no hay lugares comunes, mucho menos panfletos. Esto es belleza pura de uno de los artistas más brillantes de la animación, que sabe contar perfectamente una historia conmovedora, sin diálogo, con un entendimiento del mundo animal que en esta travesía nos enseña todo lo que la humanidad ha perdido. Hay que ver esta obra maestra en cines. ****
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Punto final.- “Flow” tiene aquí cuatro estrellas, pero merece todas.
