Teme más de sus adversarios políticos dentro y fuera de Morena que del crimen organizado, es lo que respondió la exalcaldesa y diputada local Montserrat Caballero. Durante su último día en la presidencia municipal de Tijuana, le concedió una entrevista a ZETA en la que advierte que dejó una carta notariada para que se haga pública en caso de que le “pase algo”, refiriéndose a alguna situación que atente contra su vida.
“Yo tengo más temor por mis adversarios políticos que por el crimen organizado. Luego entonces, dejo una carta notariada, que no le puedo decir qué contiene, donde, si me pasa algo, señalo algunos personajes políticos y el porqué pudiesen ser ellos responsables de que me suceda algo, en temas de intereses políticos. Eso sí me da más temor, imagínese, más que el crimen organizado, porque con el crimen organizado yo no he cruzado ni palabra, ni para bien ni para mal. Sin embargo, con adversarios políticos sí sé que algunos tienen miedo de que su servidora avance más en su carrera política”, respondió Caballero.
En los próximos días concluirá su estancia como residente de la zona habitacional del 28 Batallón de Infantería, que ocupó desde el 26 de junio de 2023, a consecuencia del ataque contra sus escoltas registrado el 17 de mayo del año pasado, lo que propició que ella misma anunciara su mudanza el 12 de junio y dejara un departamento que usó prestado por el exsecretario de Gobierno, Miguel Ángel Bujanda, quien renunció al cargo el 13 de agosto tras amenazas del crimen organizado, específicamente por mensajes firmados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Al recordar la amenaza en su contra que la llevó a aceptar el resguardo del Ejército Mexicano, reconoció que fue la inteligencia de Estados Unidos en Tijuana la que advirtió de la seriedad y el riesgo de su integridad. Fue el embajador norteamericano Ken Salazar quien le llamó para darle la noticia.
“Yo supe, estuve notificada de las situaciones hacia mí, contra mi persona, en razón del ataque de mi escolta, por medio de la gobernadora y por medio del embajador Ken Salazar, por una relación de cortesía que yo llevo con él. La propia gobernadora me notificó de las amenazas hacia mi persona y el riesgo hacia mi persona. Entonces, estos dos entes gubernamentales fueron quienes me notificaron que había amenazas serias y directas hacia mí. Ken Salazar dijo que tenían detectado un comando que iba contra mí. También la gobernadora me lo dijo, tal cual y textualmente me lo mencionó en su momento; los dos me comentaron eso. Sin embargo, la llamada del señor Ken Salazar fue un poco más amigable políticamente, ya que ellos, por ser Estados Unidos, no tienen injerencia en nuestro gobierno. La gobernadora fue una llamada más seria porque ella es la representante gubernamental y quien me dio la noticia de que había amenazas directas”, recordó.
“Dejo mi seguridad en manos del próximo secretario de Seguridad. Que él determine, bajo el examen de riesgo, si tengo el riesgo o no”, señaló la política.
