Jorge Ramos Hernández es, sin duda alguna, lo que se conoce como un político profesional. Su historia dentro de Acción Nacional fue la de un ajedrecista popular, reconocido por su “charming” y por su astucia imprevisible.
“No hay ni acuerdos en lo oscurito, ni vine a reunirme con él, siempre y sencillamente me lo encontré porque yo venía a otra reunión y todos nos encontramos y nos saludamos”, dijo Burgueño Ruiz sobre la coincidencia con Jorge Ramos en un hotel
La cuestión es que la coalición oficial que con la candidatura a la Presidencia de la República encabeza Claudia Sheinbaum Pardo, no quiere dos, sino tres senadurías bajacalifornianas.
Todavía no se secaba la tinta con la que Jorge Ramos firmó su carta de renuncia al Partido Acción Nacional, cuando ya estaba en pláticas, en Ciudad de México, con miembros del Partido Verde Ecologista de México. Ofreció su “capital político”.
Los de buena memoria recordarán que en el trienio de Jorge Ramos Hernández se vivió (especialmente en 2009) en Tijuana una violencia tan parecida a la actual, que parece calcada de un pizarrón.