Edith Swan (Olivia Colman) es una mujer que vive con su padre Edward (Timothy Spall) y Victoria (Gemma Jones), su madre, en la comunidad ultra conservadora de Littlehampton. Un día esta señora madura empieza a recibir cartas con contenido sexual que desatan un escándalo en un pueblo que pronto encuentra una sospechosa: Rose Gooding (Jeesi Buckley), una madre soltera de origen irlandés que perdió a su marido en la guerra.
Rose no es nada recatada y su personalidad extrovertida llama la atención de Edith, que quiere hacer una amistad con su nueva vecina. El resultado es una confrontación con la familia y el posterior envío de las vulgares misivas.
En realidad, esta película no esconde demasiado la identidad del emisario, pero qué divertido es deducir el clímax a partir de los personajes que participan en exhibir al autor. Anjana Vasan en el rol de Gladys Mosi, quien defiende la inocencia de Rose, es magnífica en esta película que va de la comedia al melodrama con un gran manejo desde el guion de Jonny Sweet y la dirección de Thea Sharrock.
Sin embargo, son Colman y Buckley quienes acaparan toda la atención por ser lo que son: dos estupendas actrices que dan interpretaciones verosímiles de sus personajes en esta cinta en donde nadie parece tener un destino escrito. Por eso este filme es muy recomendable. ****
Punto final.- Todo indica que el verano se lo llevará “Deadpool”.
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