No vas a poder ejercer dinero, y no porque no puedas firmarlo, sino porque yo no quiero que se ejerza dinero en ese momento”, es una de las frases expresadas por la diputada de Movimiento Ciudadano, Daylín García Ruvalcaba, hacia su suplente, la nutrióloga y activista Claudia Huerta, con quien sostiene un enfrentamiento directo a raíz de conflictos derivados por la posición en la curul del Congreso de Baja California.
El martes 7 de mayo, una serie de grabaciones hechas públicas por ZETA y otros medios de comunicación, exhibieron parte de una conversación entre ambas, donde el principal conflicto era el manejo de recurso público destinado para los apoyos sociales mensuales de cada diputado, y la legisladora prohibiendo a su suplente utilizar el dinero público durante la campaña, pese a que legalmente tiene la posibilidad de hacerlo.
Con un tono retador, pero con grabaciones cortadas, se puede escuchar a la diputada reclamando a su suplente que no confía en ella, que la están asesorando y que le permitiría asumir a la curul sí se comprometiera a no usar el dinero público, a menos que se lo consulte.
“Tienes que entender algo: tú trabajas para mí, yo te voy a dar la oportunidad de ser diputada porque hice un compromiso”, se escucha en las grabaciones, donde algunas veces participa Huerta indicándole que le entregaría su renuncia si no cumple con el compromiso que tuvo.
El mismo martes, la activista en favor de personas con espectro autista presentó una denuncia ante el Instituto Estatal Electoral (IEE) por violencia política, la cual podría agravarse debido a que existe una relación de subordinación, toda vez que Huerta era además coordinadora de la Casa Naranja de García Ruvalcaba.
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En entrevista, la ofendida señaló que García Ruvalcaba ha tomado una serie de conductas abusivas en contra de sus trabajadores durante los casi tres años de trabajo, al grado que la mayoría de su equipo ha decidido renunciar. Una de ellas -incluso- fue acosada por acudir a sus citas de embarazo.
Claudia Huerta refirió que acordó con Daylín que ella asumiría el cargo durante los últimos meses de su gestión, concretamente desde abril, mes en que se conmemora la concientización del autismo.
En la denuncia refirió que la legisladora le pidió vales de gasolina y le exigió dejar de utilizar el dinero de gasto social, debido a que no confiaba en ella y que cualquier persona a la cual quisiera apoyar, tendría que apuntarlo y sacarlo hasta el mes de junio.
Le exigió que se comprometiera a no usar el gasto social porque podría malinterpretarse -según dijo-, pero además le recordó que ella sería diputada sólo porque Daylín García se lo permitía.
Cabe señalar que la joven refirió que ponía a Daylín García y a su pareja sentimental (cuya hermana trabaja en el equipo de Daylín) como responsables de cualquier acto que sufriera en su contra, debido a que en varias ocasiones la habían seguido y tomado fotografías, como una medida de hostigamiento.
Al momento de presentar la denuncia se encontraban integrantes del Frente de Mujeres Candidatas de Baja California, quienes recriminaron los actos de los que fue víctima.
Luego de dos días de esperar una entrevista que no se concretó, la legisladora envió a ZOOM POLÍTICO una respuesta escrita sobre lo ocurrido con su suplente, asegurando que es decepcionante que de manera premeditada y con alevosía y ventaja, una persona abuse de la confianza para circular un audio que grabó en una conversación privada hace dos meses.
“Nos comprometíamos a diversos acuerdos y expresábamos molestias, inconformidades, coincidencias y acuerdos, al tiempo, ella edita el audio, solo me coloca a mí hablando en momentos acotados y lo envía a medios de comunicación que se prestan a difundir algo sin consultar contexto ni opinión de la de la voz. Me molesta que utilice la Violencia Política por Razones de Género, cuando no es un tema que se sostiene por el hecho de ser mujer, es un asunto meramente de tajada política, es evidente que coopera con otro partido para sacar ventaja, tan así que la suplente de mi contrincante en mi distrito por el PAN y la secretaria del PAN le acompañan al Instituto Estatal Electoral en el momento de la denuncia”, plantea la legisladora en la misiva, a la vez de lamentar el uso de la violencia política en razón de género, hecho serio al que se recurre como una acusación superficial y sacada de contexto.
Considera que sus comentarios no encuadraban dentro de estos supuestos y que el tono de voz es consecuencia del calor de la conversación de más de dos horas y de “un sinfín de desconfianzas”.
Respecto al uso de recursos públicos, la también candidata por el Distrito II, aseguró que el acuerdo al que llegó con Claudia era que sólo usaría el recurso de apoyo social en marzo y junio, y no durante el proceso electoral.
“El hecho de que no exista la limitante de la utilización del recurso del Poder Legislativo no significa que deba usarse en medio de un proceso electoral, el Gobierno Federal, el Municipio y el Estado a través de las diversas secretarías, frenan los apoyos sociales en el proceso electoral, el Poder Legislativo ha sido omiso al respecto y no se debe seguir permitiendo”.
Negó también solicitar apoyo de gasolina para su campaña, aunque reconoció que pidió vales para su equipo de trabajo porque ellos todavía laboraron unos días más. También negó tener información sobre el simposio del autismo que Claudia realizó, debido a que no fue invitada, pero -a lo que tiene conocimiento- se le entregó el apoyo social.
“El tema del recurso es un tema de congruencia. Las reuniones que tuvo con el PAN ella misma las ha reconocido, dice que casualmente tuvo acercamientos con personas de otros partidos, y hacer eso en víspera de la elección, CLARO que me genera desconfianza, ese lugar que ella asumiría es el que la ciudadanía me brindó con su confianza”, sentenció.
Hasta el momento, nadie del partido Movimiento Ciudadano ni de otros organismos se ha posicionado al respecto.
