“La Antigüita”, restaurante que brinda empleo y desayunos a la comunidad migrante deberá cerrar sus puertas el próximo 31 de diciembre a causa de la compra del inmueble, por lo que ahora busca un nuevo espacio para continuar con el proyecto.
El establecimiento inició en 2011, después de tres años de la deportación de Estados Unidos de su creadora Esther Guzmán, migrante originaria de Oaxaca. A raíz de ello, ha dedicado 12 años en la apertura del espacio para la comunidad migrante, creando en 2016 el proyecto “Comida Calientita”, en el que lleva desayunos a 12 albergues de la ciudad.
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“Es una mezcla de sentimientos encontrados, es una mezcla de tristeza, mucha tristeza, aquí se quedan mis murales, mis sueños, el amor de cuando me deportaron, la ilusión y la alegría de que vas a emprender, de que vas a comenzar otra vez”, compartió.
A raíz de la venta del inmueble a extranjeros, deberá desalojar el lugar para el 31 de diciembre, pues la demolición comenzará en enero. Por lo que ahora busca un nuevo espacio para continuar, según detalló entre las características que le gustarían del lugar sería ubicarse en el centro, pues es la zona en donde se encuentran la mayoría de los albergues a los que brinda alimento.
“Ahora lo que me pienso dedicar es con las salsas, restaurante no, va a ser un lugar para preparar las salsas y la comida calientita que se va a llevar a los migrantes, va a ser una distribuidora”, explicó.
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Para Esther, ha terminado la etapa que representaba el restaurante. Ahora, se encuentra en trámites para que Comida Calientita se convierta en una asociación civil. De igual manera, el espacio que desea encontrar sería diseñado para la producción de la comida para los albergues y su salsa, la cuál lanzó al mercado desde hace un año.
“Una abogada me miro en redes sociales, yo pedí ayuda, que yo quería legalizar mi salsa pero no tenía yo los medios y ella me lo legalizó hace un año como regalo de navidad. Ha ido lento, porque no le he echado muchas ganas porque me toma mucho tiempo atender el restaurancito, pero este año que viene, primeramente dios, se va a concentrar todo en la salsa”, comentó.
Realizó un llamado, tanto para la ciudadanía como para las autoridades con el propósito de conseguir apoyo para encontrar un nuevo espacio. Resaltó que espera que la alcaldesa Montserrat Caballero, la ayude, ya que anteriormente le regaló las licuadoras industriales con las que prepara su salsa.
“Yo no estoy pidiendo gratis, solamente estoy pidiendo algo que yo pueda pagar”, finalizó.
