Cillian Murphy tuvo una transformación tanto física como histriónica absolutamente radical y fascinante para interpretar a J. Robert Oppenheimer, el líder del proyecto Manhattan que desarrolló la bomba atómica.
Y Christopher Nolan ha hecho su mejor trabajo a la fecha como guionista y director de este filme biográfico que desde ahorita se abre camino a las ceremonias de premiación de 2023.
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La película no es del todo fácil de ver porque tiene mucha información, por supuesto, en parte relacionada con la física; está el contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial, y, al final, un thriller político donde queda claro que el objetivo detrás de una acción tan brutal que dejó el precedente de la destrucción masiva por un conflicto nuclear anunciado, es el poder político de una nación.
Entonces, hay mucho que ver aquí, y más que recordar a partir del colosal trabajo de Murphy como el cerebro obsesivo -no muy agradable que digamos- que resulta menos fácil de anticipar de lo que uno cree, porque es más fácil comprender sus batallas externas que internas.
El actor parece tener una mirada gélida, apenas sonríe, no se duda que su personaje fue brillante, pero con motivaciones muy propias y una falta de conciencia aterradora, como se lo advierten algunos que estuvieron demasiado cerca de él.
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Kenneth Branagh, Rami Malek, Casey Affleck y sobre todo Robert Downey Jr. como Lewis Strauss, el impulsor de la energía nuclear en Estados Unidos desde el gobierno de Eisenhower, son papeles que tampoco se olvidarán en este poderosísimo largometraje, el mejor que ha hecho Nolan, y, sin duda, el más trascendente para Cillian Murphy, que al fin demuestra aquí, de qué está hecho. ****
Punto final.- A “Barbie” le irá bien en la taquilla, dinero bien invertido para un buen rato de diversión.
