¿Cuál es el nombre de cada una de las personas desaparecidas o asesinadas durante los últimos cuatro sexenios, de 2000 a 2024?
Son varios cientos de miles de personas de todas las edades, miles de ellos sin saber sus familias dónde quedaron sepultados, pues nunca volvieron a saber de ellos; entre éstos, por ejemplo, el periodista Alfredo Jiménez, de El Imparcial de Sonora.
Lo más reciente es que los padres del desaparecido joven mexicalense, Kevin Moreno, han sido víctimas de un atentado por exigir justicia por su hijo y el de más jóvenes, de los que se desconoce su paradero.
Durante las persecuciones de los emperadores romanos, a inicios del Cristianismo, las comunidades resguardaron como un tesoro para la posteridad, las célebres Actas de los mártires. Gracias a las cuales conocemos la vida e incuso los manuscritos originales de personajes como san Ignacio de Antioquía, san Cipriano, Atanasio, Juan Crisóstomo. Por Las Antigüedades de los Judíos de Flavio Josefo, autor no cristiano (judío), así como por San Agustín en La Ciudad de Dios, conocemos la memoria de situaciones como las que hoy vivimos, en donde los imperios se desmoronan y renacen nuevas sociedades en el orbe, en una especie de evolución humana.
Con motivo del XXX aniversario de la muerte del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo (1993-2023), el periódico Reforma publica una entrevista este 24 de mayo. Emérito Arzobispo de Guadalajara, don Juan Sandoval Iñiguez, expresa concisamente algunos detalles de aquel crimen de Estado, y lo dice abiertamente; que la Procuraduría General de la República (PGR), a través de su responsable un doctor en derecho constitucional, organizó un desaseado crimen contra la persona del Arzobispo Posadas; como Poncio Pilato, Jorge Carpizo ejecuta órdenes superiores a través de su director de la policía judicial federal, Rodolfo “El Chino” León Aragón, para privar de su vida al Sr. Posadas Ocampo.
Las Actas de los Mártires como el libro de Hechos de los Apóstoles que se lee durante la Pascua anual, describen personajes que entregaron su vida o derramaron su sangre para dar testimonio de su Fe.
Como expresa san Agustín en La Ciudad de Dios, los cristianos no veneramos las tumbas de los mártires, sino por reconocer la presencia de Dios en sus vidas y en su sacrificio.
Malévolamente, el simulador del derecho Jorge Carpizo, declaraba que la Iglesia quería hacer “mártir” al Cardenal Posadas. Pues sí, si fuese la providencia de Dios, y los investigadores eclesiásticos encontrasen motivos para canonizarlo, podría ocurrir.
En su primer obispado, el de Tijuana, el Sr. Posadas Ocampo (1970-1982), solidario con el pueblo salvadoreño, escribió en marzo de 1980 “Desde el lugar más lejano de la República Mexicana que es Tijuana…”, una carta lamentando el asesinato durante la misa en una capilla para enfermos de El Salvador, del Arzobispo Óscar Arnulfo Romero, canonizado por el Papa Francisco el 14 de Octubre de 2018.
Los ucranianos que durante siglos han sufrido exterminios y guerras invasivas, llevan rigurosa cuenta de sus víctimas; por eso el valor de sus Ukranian Memorial, dedicado en especial a las víctimas del nazismo y los soviéticos.
En ciudades como Tijuana, solía colocarse en Cruces el nombre de migrantes fallecidos por distintas causas.
En muchas de nuestras ciudades o comunidades ya no llevamos o no conocemos cómo se llaman o cuántos son nuestros difuntos o desaparecidos.
En uno de los barracones de Auschwitz Birkenau sobresale la frase del pensador español George Santayana: Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
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