Ninguno de los cuatro hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, señalados y fichados por Estados Unidos por tener establecida una red para la producción, distribución y tráfico de fentanilo desde México hacia aquel país, cuenta con orden de aprehensión emitida por algún Juzgado mexicano.
De hecho, no se conocen investigaciones en curso por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) contra los juniors del Cártel de Sinaloa, que han sido imputados en la Unión Americana y por quienes se ofrece una recompensa de 10 millones de dólares a quien provea información que lleve a su captura.
Efectivamente, las actividades criminales en el narcotráfico de Iván Archivaldo Guzmán Salazar “El Chapito”; Jesús Alfredo Guzmán Salazar “El Alfredito”; Joaquín Guzmán López “El Güero Moreno” y Ovidio Guzmán López “El Ratón”, no han sido ni documentadas ni investigadas en México por parte de FGR, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana o Guardia Nacional. Nada. No hay información que se asiente en expedientes.
El único detenido, Ovidio Guzmán, fue liberado por orden presidencial en octubre de 2019, y aprehendido en enero de este año más por presión política del Gobierno de Estados Unidos que por una investigación propia, pues el único mandato en su contra es precisamente la orden de captura con fines de extradición promovida por la autoridad judicial del vecino país.
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Ni siquiera por el enfrentamiento que provocó en 2019, o la utilización de armas durante el operativo de su captura en enero de este año, se ha procesado a Ovidio, cuyos abogados han promovido una serie de amparos para evitar la extradición, o por lo menos retrasar el proceso.
En EU, anunció el viernes 14 de abril Anne Milgram, jefa de la Agencia Antidrogas de aquel país (DEA), se presentaron cargos contra 28 miembros de la célula de “Los Chapitos” en un trabajo conjunto judicial entre tres cortes: la del Distrito Sur de Nueva York, la del Distrito Norte de Illinois y del Distrito de Columbia.
A diferencia del gobierno mexicano, que en voz del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha negado de manera frecuente que los cárteles mexicanos produzcan la droga fentanilo, el procurador general de Estados Unidos, Merrick Garland, informó: “El Departamento de Justicia informa de significativas acciones contra la más grande, más violenta y más prolífica operación criminal para el tráfico de fentanilo en el mundo, dirigida por el Cártel de Sinaloa a partir de precursores provenientes de compañías químicas y farmacéuticas chinas”.
En México, Ovidio Guzmán López está sometido al procedimiento de extradición internacional, preso en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1 Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México. Cuenta con orden de aprehensión dictada por un juez de Distrito del Sistema Penal Acusatorio con sede en el Centro Federal de Justicia en Hermosillo, Sonora, por delitos contra la salud.
De sus hermanos Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín, no se tienen datos de órdenes de aprehensión dictadas en su contra.
LA INFILTRACIÓN DEL CÁRTEL
La investigación de la DEA requirió de ocho años, la participación de 32 oficiales, 19 divisiones en territorio estadounidense y nueve internacionales en países como Grecia, China, Australia, Colombia, España, Panamá, Austria y México, entre otros.
Con la operación internacional coordinada entre DEA, así como los departamentos de Estado, del Tesoro y el Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), lograron infiltrar la célula de “Los Chapitos” para determinar los procesos de proveeduría de precursores químicos, producción de fentanilo, tráfico de drogas global, lavado de dinero, posesión de armas, asesinatos y amenazas.
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El viernes 14 de abril, en una conferencia conjunta en el Departamento de Justicia, la jefa de la DEA, Anne Milgram, anunció la presentación de cargos criminales contra 28 presuntos narcotraficantes mexicanos por la producción y distribución de fentanilo, donde destacaron los cuatro hijos de Joaquín Guzmán Loera.
Milgram anunció:
Revelaría que habían logrado, a través de la DEA, infiltrar las altas jerarquías de la célula de “Los Chapitos”, lo cual les permitió conocer el proceso de adquisición de precursores, producción de fentanilo y el tráfico de la droga desde Sinaloa y hacia Estados Unidos.
De acuerdo a la investigación criminal, la ruta del fentanilo de los hijos del Chapo” tiene cinco ejes:
1. La adquisición de precursores de fentanilo en China.
2. La manufactura de pastillas y polvo de fentanilo en laboratorios clandestinos de Sinaloa.
3. La protección con actos de violencia para mantener el control criminal.
4. El tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos por vía aérea, por tierra, por aire y por túneles, para su distribución en aquel país.
5. El lavado de dinero a través de efectivo, activos y criptomonedas para internar dinero ilícito hacia México.
Mientras que las rutas para la distribución del fentanilo de “Los Chapitos”, de acuerdo a la jefa de la DEA, inicia en Sinaloa y hacia 19 ciudades de la Unión Americana en igual número de estados, abarcando estados como California, Washington, Oregón, Colorado, Carolina del Norte, Tennessee, Georgia, Oklahoma, Nebraska, Iowa, Utah, Nevada, entre otros.
De acuerdo a la información proporcionada el viernes 14 de abril, la investigación resultó en cargos contra 28 personas, sin embargo, en las imágenes provistas sólo se menciona a 24 personas: cuatro de nacionalidad china, 18 mexicanos, una guatemalteca y un ciudadano norteamericano. En el centro, como líderes de la organización del tráfico de fentanilo, los cuatro hijos de Guzmán Loera, aun cuando en el afiche sólo aparecen tres, Ovidio Guzmán López (detenido en México), Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, por quienes de hecho se ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información que lleve a su captura.
El resto de los imputados y la recompensa que se ofrece por su captura son 4 millones de dólares por:
* Óscar Noé Medina González, del grupo armado que brinda seguridad y trafica armas.
* Leobardo García Corrales, tráfico de fentanilo y de armas de fuego.
* Martín García Corrales, tráfico de fentanilo y armas de fuego.
3 millones de dólares por:
* Néstor Isidro Pérez Salas (jefe del grupo de sicarios “Los Ninis”).
1 millón de dólares por:
* Jorge Humberto Figueroa Benítez, del grupo de seguridad y tráfico de armas.
* Yonghao Wu, proveedor de precursores de fentanilo.
* Yaqin Wu, proveedor de precursores de fentanilo.
* Huatao Yao, proveedor de precursores de fentanilo.
* Kun Jiang, proveedor de precursores de fentanilo.
* Carlos Limón Vázquez, manejo de laboratorios clandestinos.
* Jesús Tirado Andrade, manejo de laboratorios clandestinos.
* Liborio Núñez Aguirre, líder traficante de fentanilo.
* Noel Pérez López, líder traficante de fentanilo.
* Samuel León Alvarado, líder traficante de fentanilo.
* Luis Javier Benítez Espinoza, líder traficante de fentanilo.
* Alan Gabriel Núñez Herrera, líder traficante de fentanilo.
* Juan Pablo Lozano, del grupo de seguridad y tráfico de armas.
* Julio Marín González, financiero ilícito, detenido.
* Mario Alberto Jiménez Castro, financiero de actividades ilícitas.
* Anastasio Soto Vega, experto en armas, detenido en Grecia, al servicio de los hermanos García Corrales.
La única mujer que aparece en la célula criminal es presentada como Ana Gabriela Rubio Zea, de nacionalidad guatemalteca y aprehendida.
“UNO DE LOS MÁS PODEROSOS CÁRTELES”
Anne Milgram, directora de la DEA, sentenció:
“El Cártel de Sinaloa es uno de los más poderosos cárteles en el mundo y es mayormente responsable de la manufactura y la importación de fentanilo para su distribución en Estados Unidos. El fentanilo es un peligroso opioide sintético 50 veces más potente que la heroína”.
La crisis del fentanilo en Norteamérica, aseguraron las autoridades, se debe a que el consumo de esta droga es la principal causa de muerte de ciudadanos entre los 18 y 49 años, y ha provocado la epidemia de opioides que ha afectado a la comunidad estadounidense en los últimos ocho años. Informaron además que entre 2019 y 2021, las sobredosis incrementaron un 94%, con un estimado de 196 norteamericanos fallecidos por consumo de fentanilo al día.
Acusan al Cártel de Sinaloa de ser una red de “traficantes y lavadores de dinero que obtienen los precursores químicos mayormente en China, para la producción de drogas sintéticas en México que son traficadas a Estados Unidos”, y señalaron directamente como los responsables del cártel una vez liderado por Joaquín Guzmán, a sus hijos: Iván Guzmán Salazar, de 40 años; Alfredo Guzmán Salazar, de 37, Joaquín Guzmán López, de 36; y Ovidio Guzmán López, de 33 años y el único capturado en territorio mexicano.
“Los Chapitos” han utilizado aviones de carga, aviones privados, submarinos y otras naves semisumergibles como contenedores, barcos, lanchas rápidas, lanchas de pesca, autobuses, trenes, carros, tráileres, caminos privados y comerciales para transportar las drogas y los precursores químicos; además de mantener una red de mensajeros, túneles y bodegas de seguridad en México y EU para sus actividades de tráfico de drogas. (Con información de Luis Carlos Sáinz)