El sábado 8 de octubre se celebraba una boda en la Iglesia San Juan Bautista en la delegación de San Juan de los Planes, municipio de La Paz, cuando al final de la misa irrumpió un comando armado de al menos 30 pistoleros con rifles y granadas.
Tras la celebración eucarística, oficiada por el Padre Moncada, aproximadamente a las 18:45 horas los asistentes se encontraban en sesión de fotos tanto con el religioso como con invitados, cuando los sicarios entraron. Preguntaron por una pareja proveniente de Tijuana, Baja California, a quienes debían levantar y pretendían desaparecer, según sus dichos.
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Al ver que no respondían, los armados se dispusieron a levantar a los novios, a quienes señalaron como la pareja oriunda de Tijuana, sin embargo, uno de los asistentes insistió en que no eran.
“Si no son, nos los llevamos hasta que aparezcan”, advirtieron los pistoleros.
Familiares de los novios se ofrecieron en su lugar. Ya esposados, el voluntario y su pareja fueron sacados del templo, aun con la insistencia del sacerdote que ofició la misa para que los dejaran en libertad, pues según éstos, no eran las personas que buscaban. Los sacaron del lugar con rumbo desconocido.
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En la misa dominical del 9 de octubre, el Obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, informó:
“El día de ayer sábado, al terminar una boda, en el templo parroquial de Los Planes, mientras los novios se tomaban fotos con el sacerdote, con los padrinos y la gente, intercambiaban abrazos y felicitaciones, un grupo de más de 30 hombres armados entró al templo, buscaban a una pareja que afortunadamente no se encontraba ahí, la gente se asustó, tuvo miedo, levantaron a una pareja que gracias a Dios fue soltada media hora después, las cosas no trascendieron a mayores.
“Agradezco al párroco de Los Planes, el Padre Mondaca, un sacerdote joven, su valentía para enfrentar la situación, su prudencia para tranquilizar los ánimos. Le mando un abrazo, no está sólo, a todos les doy las gracias por su atención, y ojalá que nuestros templos gocen de más seguridad”.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó el incidente, pero hasta aproximadamente las 20:00 horas se recibió el aviso telefónico del Centro de Control Comando, Comunicación y Cómputo (C4) sobre la “irrupción de personas armadas en la iglesia de la comunidad de Los Planes”, quienes se llevaron con uso de fuerza a la pareja.
También confirmaron que “las víctimas fueron liberadas horas más tarde”, sin que hasta el momento se tenga información sobre alguna detención.
“Tal vez antes nunca denuncié este tipo de hechos, pero no fue porque callara como momia, sino porque antes, jamás se habían dado este tipo de hechos, en los 21 años que llevo sirviendo en la Diócesis de La Paz. Ha habido problemas, ha habido errores, ha habido tal vez hasta corrupción en regímenes anteriores, pero esta inseguridad no existía. Le doy gracias infinitamente al señor procurador de Justicia en el Estado, licenciado Daniel de la Rosa. Inmediatamente atendieron mi llamado y se hicieron cargo del asunto” expresaría el Obispo de la Diócesis de La Paz.
La comunidad de Los Planes se ubica a 44 kilómetros al Sureste de la Capital, sólo existen dos salidas terrestres, una hacia La Paz y otra hacia la comunidad de San Antonio, además de una vía marítima, por lo cual hace complicado que las autoridades hayan acudido al llamado sin percatarse de varias camionetas con hombres fuertemente armados.
IBAN POR PAOLA Y ROBERTO
Paola y Roberto, pareja originaria de Tijuana, acudió a la celebración religiosa a las 18:45 horas.
“Estábamos al final, y por una puerta lateral la rompen los sicarios y se meten, inmediatamente el Padre pregunta que qué ocurre, y el líder de ellos le dice tajantemente: ‘Padre, con Usted no es la bronca’, se van directamente con los novios y dicen ‘venimos por Paola y Roberto’. Todos estábamos pálidos y con desconcierto, porque así no se llaman los novios”, explicó un familiar a los oficiales.
Los pistoleros amenazaron a los asistentes, a quienes pidieron tirarse al suelo al preguntar por un hombre y una mujer, presuntos familiares de los novios que -según sus informes- llegaron a la celebración, incluso ya habían avisado que se encontraban en el recinto religioso.
“Es algo muy preocupante, nunca había ocurrido algo así en nuestro pueblo, no había visto tanta gente armada y menos interrumpir una celebración. Ellos preguntaron por un hombre y una mujer, y no se iban a ir hasta que se entregara la pareja. De hecho se querían llevar a los novios, pero al sacar sus credenciales del INE confirmaron que no eran los que buscaban”, refirió el testigo.
No se trató de un incidente pasajero, en el que sicarios entran y se van inmediatamente. Por media hora, los hombres armados privaron de la libertad a los asistentes al enlace matrimonial.
Los testimonios dieron cuenta que ni uno solo de los sicarios tenía el rostro cubierto, sin embargo, imponían a todos los presentes, al portar ropa táctica, cargadores, granadas y armas largas.
“Imagínese el miedo, no puedo definir los rostros, no eran del pueblo, estaban casi encima de nosotros, muchos parados sobre las bancas, nos apuntaban con las armas y repetían el nombre de la pareja, y a la vez encañonaban a los novios y se los iban a llevar a ellos, pero se metió otro de la familia y dijo ‘llévame a mí’, pero no se lo llevaron solo. Lo levantaron junto con la esposa, y ambos esposados”, afirmó otro de los testigos a la autoridad.
El párroco jugó un papel importante para de alguna manera hacer conciencia en los hombres armados, justo a la mitad de la iglesia, el religioso se acercó a ellos y les dijo que si no se trataba de la pareja, no era necesario que hicieran tal barbaridad de llevarlos, que “por caridad del Señor los dejaran” y casi los convenció, pues -de acuerdo con testimonios- uno de los sicarios trató de quitarles las esposas, pero el cabecilla del comando alzó la voz y ordenó: “No, señor, nos los vamos a llevar” volteó hacia el Padre y le dijo: “Me lo voy a llevar nomás para que se entreguen los otros, aquí los voy a venir a tirar”.
Algunos de los asistentes empezaron a sacar sus celulares y trataron de entablar comunicación, no se sabe si con las autoridades o con los familiares que eran buscados.
Lo que sí confirmaron a las autoridades fue que “los pistoleros regresaron y quitaron los celulares a todos los presentes”, y uno a uno, “como eran muchos”, empezaron a destruirlos.
Varios minutos después del altercado, todos en la boda se miraban unos a otros, asustados. De inmediato buscaron la forma de comunicarse, fue justo después que contactaron al Obispo, y éste a su vez, al procurador Daniel de la Rosa, quien envió un operativo especial.
Horas después, la pareja secuestrada fue liberada, nadie confirmó el paradero de Paola y Roberto, pero los levantados de la misa fueron trasladados a sus casas y entregados a familiares.
AUTORIDADES REBASADAS
La primera de las denuncias del Obispo Miguel Ángel Alba Díaz se dio a inicios de 2022, afirmando que en Puerto San Carlos estaban atropellando los derechos de los pescadores, pues sicarios les estaban cobrando piso y controlando la venta de alcohol y cigarros.
Desde entonces y a la fecha, según confirman habitantes, se han extendido a otras comunidades de Loreto y Comondú.
Después, el 1de mayo, mientras habitantes de la comunidad El Pescadero en La Paz celebraban el Festival del Chile y la Fresa, hombres armados llegaron en varias camionetas e irrumpieron en las festividades, callaron a policías y tablearon a jornaleros agrícolas en la misma cancha donde festejaban los habitantes.
También en La Paz, la Cámara Nacional de Comercio y Turismo denunció el cobro de piso en la Capital a bares y centros nocturnos, principalmente con la venta de alcohol.
Por último y recientemente, la noche del 25 de septiembre en Ciudad Constitución, municipio de Comondú, 15 sicarios fueron video grabados mientras golpeaban brutalmente a agentes municipales que acudían a un reporte de riña, dejando en claro que la autoridad está rebasada.
Lo ocurrido en Los Planes -dejó entrever el Obispo- evidenció que la Policía local está rebasada, sólo cinco agentes cuidan el pueblo y sus alrededores. Una patrulla para atender San Antonio, Los Planes, El Triunfo y el resto de rancherías aledañas.
“No tengo nada que reclamarles, ni a la delegación Los Planes, qué pueden hacer contra 30 hombres armados, ni a la Presidencia Municipal”, lanzó Alba Díaz.
Y como expresaría Iliana Talamantes Higuera, alcaldesa de Comondú: si ni la Policía Federal, Secretaría de la Defensa Nacional o Marina han podido, menos aún la Policía Municipal, y a esto hizo referencia el Obispo:
“Me doy cuenta de que tiene razón, las policías municipales no están fuertes para enfrentar a la delincuencia organizada, no se les ha apoyado suficientemente ni desde la Federación, ni desde el Estado, no se les ha apoyado”.
Sobre el incidente en la boda del 8 de octubre, el gobernador Víctor Castro declaró que se desconoce qué pasó con certeza, pero las inconsistencias se presentaron cuando familiares y el mismo Obispo se comunicó con el secretario general de Gobierno, Homero Davis Castro, y al paso de media hora, los sicarios ya habían entregado a la pareja hasta su domicilio en Los Planes.
“Fue en San Juan de Los Planes, en una boda, no sabemos, nadie sabe con certeza, estamos investigando, se está haciendo la investigación debida para saber qué ocurrió, quiénes fueron los que intervinieron, desde dónde viene este asunto que puso en alerta al sistema de seguridad en Baja California Sur”, externó el mandatario.
Ha quedado claro que las autoridades ya no tienen el control, que a miembros de la delincuencia organizada “los están dejando operar como sin nada”, dijeron desde la Diócesis. Pero lo más grave es que las propias autoridades desconocen lo que ocurre en un pueblo tan chico y con muy pocas salidas.
