Con más de una década en la música y la mitad de ésta plasmando su historia con letras cargadas de sensibilidad emocional, la cantautora tijuanense Amalia Ramírez ha concebido en Bruses aquella artista con la que comparte su experiencia personal en una purificación emocional a través de sus versos.
“Mi proceso de composición es muy íntimo, desde chica, como algunos saben, tengo varios diagnósticos psiquiátricos, vengo de una familia muy conservadora y de un cambio generacional muy grande, donde no creían en la terapia. Comencé a escribir para procesar el caos de mi cabeza, sin imaginar que se convertiría en una carrera para mí. Siempre supe que quería ser escritora, pero no sabía que iba a terminar frente al público”, dijo a ZETA la joven con más de 1.4 millones de oyentes mensuales en Spotify y más de 20 millones de reproducciones acumuladas en YouTube.
“Ha sido un viaje en el que ni yo misma ni nadie se ha preparado, todos los días son una masterclass para mí. Bruses es una clase de drag queen, si no hubiera conocido esa cultura, no estuviera aquí, me dio fuerza, y el hecho que mis canciones vienen de un lugar muy oscuro, de bullying y muchas inseguridades, me ha fortalecido para expresarme”, compartió la exponente de pop alternativo y punk, quien recientemente lanzó su álbum debut “Monstruos”, por el cual fue nominada al Grammy Latino a Mejor Álbum Pop/Rock y Mejor Canción Pop/Rock por el tema “Qué voy a hacer conmigo???”, junto a Elsa y Elmar.
“Me da mucha esperanza el futuro de la música y que se dé reconocimiento a los jóvenes, demostrando que no precisamente necesitamos estar firmados con una disquera y vender nuestra alma por un adelanto mediocre. Las nominaciones al Grammy no son sólo mías, soy independiente, y el hecho de que doce cabrones de 23 años trabajaron conmigo me da a entender que vamos por buen camino”, finalizó Bruses.