De Trez en Trez
Uno.- Como muchas otras situaciones de la vida, la política y el gobierno son como una rueda de la fortuna: a veces se está arriba y en ocasiones toca estar abajo.
Quienes están metidos en la grilla y la política saben bien de ello; por eso mientras están en la parte superior disfrutan del poder, de estar encima de los otros, en tanto, los de abajo apechugan con lo poco o nada que les dejan los de arriba, y sufren esperando tan solo una oportunidad para trepar a la parte alta, incluso prometen que a su llegada todo cambiará para bien.
Dice mi casi centenaria, olvidadiza y sabia abuela: “En el gallinero, las gallinas de arriba cagan a las de abajo; éstas arman diario ruidosos alborotos, se quejan y soportan porque esperan un descuido para cambiar de posición. En cuanto ven un espacio disponible se trepan a la parte alta y empiezan a desquitarse, repiten las acciones que antes les molestaban y dejan caer sus heces a los de abajo”.
Doz.- Tratándose de política, de grilla y de partidos políticos, la cosa no cambia. En tanto se es oposición, se critican las acciones de los que están en el poder, se desaprueba el más mínimo movimiento, se descalifica su actuar y se promete que, de llegar a obtenerlo, las cosas cambiarán para mejorar.
Pero en cuanto suben repiten las acciones de los que estaban arriba; lo que antes no era bien visto ahora sí lo es, hacen lo que aborrecían y de lo que no perdían oportunidad para descalificarlo. Además se encargan de fastidiar y ensuciar a los que por ahora están abajo. Justo como en el símil del gallinero al que alude la abuela, ahora de 94 años cumplidos.
Tal cual sucede con el Presidente López Obrador y su [de él] partido Morena y demás miembros destacados, y los de infantería también: mientras el PRI y luego el PAN detentaban el poder y ellos militaban entre las “tribus” del PRD o en otros partidos afines, las críticas eran constantes; las quejas mayores y las promesas de mejoría en cuanto ellos “llegaran”, abundantes.
Trez.- Luego de dos intentos como candidato del PRD a la Presidencia de la República (2006 y 2012), AMLO abandonó a ese partido (como antes lo había hecho con el PRI) y fundó su [de él] Morena y en un tercer intento logró en 2018 “subir a la parte alta del gallinero”; para esto, prometió a los electores que todo iba a cambiar, pero…
Ahí están los resultados de casi cuatro años gobernando a capricho, por decreto, invadiendo esferas propias de los otros dos poderes federales; y no se diga en los gobiernos estatales, violando las leyes que protestó cumplir y hacer cumplir, abusando del poder y la figura presidencial, usando la justicia selectiva, comprando voluntades, apartando a sus colaboradores que no piensan como él, con los índices de violencia e inseguridad más altos que sus antecesores; solapando la corrupción, prácticamente militarizando al país, sin haber cumplido todo lo que prometió en campaña.
No tiene caso citar datos y cifras si desde la parte alta del gallinero siempre dicen tener otros datos.
¿Dónde quedó el “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”?
P.D.– Hoy no hay, falta espacio.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com